Inspiración como pasaje a la excelencia

Luis Hernández Mergal

Especial para El Nuevo Día

La Suite núm. 2 de Baco y Ariadna, Op. 43 -obra que abrió el programa presentado por la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico (OSPR) el pasado sábado en la Sala Sinfónica del Centro de Bellas Artes de Santurce, bajo la batuta del director francés Philippe Bender- pertenece a un período de la obra del compositor en que la complejidad rítmica, la audacia armónica, combinada con una fragmentación del material que a veces puede resultar confusa, son características típicas. Quizá no fue ésta la mejor selección para abrir un programa que por lo demás resultó asombroso en su excelencia.

La joven soprano puertorriqueña Meechot Marrero interpretó las Siete canciones populares españolas de Manuel de Falla. El hermoso timbre de tonos oscuros de su voz combinó bien con la interpretación de Bender y la OSPR. A Marrero le sobra elegancia y presencia escénica, y una musicalidad natural de la cual se sirvió para moldear las frases del ciclo de canciones. La experiencia y una mayor familiarización con el folklore español seguramente le permitirán a Marrero profundizar en las diferencias sutiles pero importantes y los contrastes requeridos entre la seguidilla, la asturiana, la jota y el polo. Su delicada ejecución de la nana fue ejemplar. El público no cejó hasta recibir un bis de El paño moruno.

La segunda parte del programa se dedicó a dos obras de Ravel. La Alborada del gracioso, pieza "española" que originalmente forma parte de su suite para piano solo Miroirs, fue orquestada por el propio...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR