Pasión Beisbolera ilimitada
Por Carlos Rosa Rosa
crosa@elnuevodia.com
Tony Valentín ya no podrá alcanzarlo en el mejor béisbol del mundo. Pero sí podría emularlo si se suman sus juegos participados en la Isla, incluyendo los de este fin de semana en el torneo del béisbol Doble A.
"Voy a ser el Cal Ripken de Puerto Rico", bromeó el jugador manatieño con El Nuevo Día.
No es en vano que lo llaman el 'Pelotero de Puerto Rico'. Y es que nada parece detener el ímpetu de Valentín de continuar jugando béisbol. No importa la liga ni el dinero. La llama sigue ardiendo y él continúa apasionado de este juego.
Y una muestra de ese amor es su actual participación con los Atenienses de Manatí en la pelota aficionada.
¿Qué necesidad tiene un ex grandesligas de 16 temporadas con una fortuna de $ 37 millones, de jugar a este nivel? Es una buena interrogante para él. Y Valentín la contestó.
"Todo lo que soy se lo debo al béisbol. Es lo que he hecho en mi vida. La gente del pueblo me pidió que hiciera esto y lo acepté. Vengo a jugar gratis y hasta ahora ha sido una experiencia chévere", respondió Valentín, de 39 años y quien debutaba anoche con los Atenienses.
Valentín está en medio de una nueva etapa en su vida. Hace varias semanas dio por concluido un largo capítulo en su carrera deportiva. Uno difícil de cerrar. Se trata de su participación en el béisbol organizado estadounidense. Ese momento llegó en la parte final de los campos primaverales. Los directivos de los Mets de Nueva York le notificaron que iba rumbo a las Menores, al no ser considerado para la plantilla de arriba. Valentín escuchó la notificación e hizo una solicitud para tratar de volver a las Mayores.
"Pedí estar un mes en Triple A y que después me subieran. Pero ellos no me dieron esa garantía".
A ese momento, Valentín ya sabía cuál era su decisión: retornar a su casa y atender a su familia. "Pensé que no era lo adecuado para mí y regresé", señaló.
¿Y es el final de tu carrera en Estados Unidos?, se le preguntó.
"Esto es lo último. Volvería para una experiencia de coachear, porque mi meta sería convertirme en dirigente en las Grandes Ligas", contestó.
En 22 años, es la primera vez que Valentín se encuentra en la Isla en esta época del año. Es una sensación extraña para él: prender el televisor y ver a sus amigos jugar en las Mayores.
"Es raro estar al otro lado y ver a alguien jugando, sabiendo que uno hizo un mejor trabajo que él en los campos de entrenamiento. Pero desde que llegué no me arrepiento de nada. Veo los...
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