Paso acelerado

Por Carlos Rosa Rosa

Enviado Especial

Y es que nada parece impedir el paso acelerado de los londinenses. Mujeres elegantes, con zapatos altos y enormes carteras de última moda, se desplazan con agilidad por la plataforma, a la vez que algunos hombres, con pinta de ejecutivos -maletín en mano-, se abren paso con poca cordialidad.

Hay falta de amabilidad y simpatía en la atmósfera... incluso hasta en la escalera eléctrica, donde hay que ubicarse en el lado derecho para no ser atropellado. Pareciera una carrera en el óvalo, en la que los atletas buscan la conquista de una medalla.

No es que una estación del metro sea el sitio ideal para hacer amigos, pero aquí sobra eso que algunos describen como frialdad. Lo más importante es llegar a la meta: al vagón que los transportará al próximo destino. "Es lo normal", me comentó parcamente un británico en una estación aledaña al Estadio Olímpico.

El metro, conocido comúnmente como The Tube, es el principal sistema de transportación de esta ciudad y uno de los más antiguos del mundo ya que sus orígenes datan del año 1863 con los primeros vagones que circularon. La estructura como la conocemos hoy fue construida en el 1985. Casi 30 años más tarde, más de tres millones de pasajeros corren en esta carrera diariamente, circulando entre 274 estaciones en servicio. Y ahora para los Juegos Olímpicos, que inician el viernes, los participantes de este maratón diario aumentará en un millón más con los visitantes que los organizadores del evento esperan.

De paso, la cantidad de viajes también incrementará en tres millones, reseñaron ayer varios medios. Y es que, a pesar de la alegría que provoca el espíritu deportivo, existe una preocupación general sobre cómo va a funcionar el sistema de trenes.

Transportarse en taxi no es una...

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