Una paz a medias

Por Osman Pérez Méndez y Limarys Suárez Torres

puertoricohoy@elnuevodia.com

Mientras ese deseo se cumple, una tumba vacía aguarda por esos restos. Ayer, Georgina Morales, madre de Madelyn, mostró la foto de esa fosa, al tiempo que repetía el desesperado llamado a que alguien le indicara dónde fueron a dar los restos de su hija.

"La tranquilidad máxima que nosotros esperamos es que haya alguien que nos diga dónde está el cuerpo de Madelyn", dijo Morales.

"Eso sería algo que nos daría mucha paz. Tendríamos ese cuerpo allí, en esa fosa, donde podríamos ir a llevarle flores. Esta es la tumba, aquí, que está esperando por ese cuerpo", añadió la mujer, mientras su tembloroso dedo índice apuntaba a la tumba vacía en el centro de la foto.

"(La tumba) Se construyó cuando esperábamos que el cuerpo apareciera, cuando las autoridades hicieron la excavación. No apareció el cuerpo, pues se quedó vacía allí", recordó Carlos Semidey, padre de Madelyn, mirando la fotografía.

Pero doña Georgina se sacudió la tristeza y con un segundo aire apeló a la esperanza.

"Creo que puede ser. Plenamente. Yo sé que Dios lo puede todo, y de alguna manera alguien puede estar por allí con ese secreto... confiamos en eso", dijo.

"Seguimos pidiendo, si alguna persona sabe, que nos pueda dar alguna referencia de dónde se encuentra el cuerpo, para buscarlo. Que nos digan algo. No se pierde la esperanza", reiteró doña Georgina.

En cuanto a la sentencia de ayer contra Burgos Montes, los progenitores de Madelyn dieron a entender que le devolvía un poco de paz a sus vidas.

"Se sacó un delincuente de la calle", afirmó don Carlos, en referencia al ahora convicto Edison Burgos Montes.

"Ese señor se dedicaba a las drogas. Y todo Puerto Rico sabe cómo las drogas afectan a todas las familias", añadió don Carlos. "Así que será uno menos que continúe infectando la sociedad".

Sobre el fallo que libró a Burgos Montes de la pena de muerte, la mamá de Madelyn emitió un escueto comentario. "Ellos (el jurado) decidieron", dijo.

También fueron parcos los padres de la infortunada cuando se les preguntó si habría espacio para perdonar al asesino. "Es muy difícil contestar esa pregunta", dijo don Carlos.

Pero al menos, con el final del proceso judicial pareció llegar...

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