Paz desde el servicio público

Por Ivis Negrón Pérez

Ivis.negron@gfrmedia.com

Y es que el Gobierno, como principal promotor de cambios sociales en cualquier democracia, tiene el poder para modificar mentalidades y actitudes con el objetivo de promover la paz general. Pero su éxito radicará en que los cambios comiencen desde adentro del mismo sistema público, no con retóricas que dan al traste con la realidad, sino con voluntades y estrategias que prevengan mayores conflictos entre su personal, coincidieron expertos.

"Si el servicio público adopta los valores de una cultura de paz, va a impactar afuera también. Lo importante diría yo es que se convierta en algo más profundo, que nos planteemos que el Gobierno podría ser un excelente modelo si lo adopta de forma seria y genuina, no de discurso", planteó la catedrática asociada de la Escuela Graduada de Administración Pública de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Yolanda Cordero.

En un sistema público herido por la política partidista, el cambio de poder se convierte para unos en un arma y para otros en una preocupación, lo que en definitiva desestabiliza el ambiente laboral, observó el sociólogo y catedrático asociado de la UPR en Aguadilla, Nelson Arnaldo Vera. El pase de mando que se lleva a cabo hoy tiene ingredientes distintos a los anteriores, lo que convierte en un desafío mantener la convivencia pacífica: el pasado despido de miles de empleados de carrera, una crisis fiscal que sigue golpeando a los que se quedaron y la expectativa de qué hará el nuevo Gobierno para enfrentarla.

"Mantener unos lazos de comunicación, afectividad y mayor paz dentro del ambiente del trabajo cuando existen esas variables, efectivamente aumenta la tensión y puede surgir que cualquier acción o comentario altere la paz en el ambiente del trabajo", advirtió Vera.

A eso se suma que los temas de cultura de paz en el gobierno no necesariamente están actualizados, alertó el mediador de conflictos John Paul Ayala. Esa carencia se ejemplifica en la constante lucha de poderes dentro de las agencias entre empleados de uno y otro partido, que resulta en un sabotaje de proyectos que en esencia son necesarios.

El primer paso para que se dé un cambio de cultura lo deben dar el Gobernador y sus jefes de gabinete - muchos de éstos ajenos al día a día de las agencias públicas - mediante prácticas de diálogo y consenso. Bajo la premisa del nuevo Gobierno de que "primero es la gente", Ayala señaló que la nueva gerencia debe comprender la cultura...

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