UN PELIGRO QUE NO SE APAGA

Por Gerardo E. Alvarado León

galvarado@elnuevodia.com

La vegetación que florece en las inmediaciones de la Caribbean Petroleum Corporation (Capeco) da la impresión de que, a dos días de cumplirse un año de la explosión e incendio en la antigua refinería, la zona se recuperó y que el peligro de contaminación desapareció.

Pero nada más lejos de la verdad. En el complejo aún queda combustible almacenado, que debido a las malas condiciones de los tanques se derrama durante episodios de lluvia y pudiera contaminar el suelo y el agua.

Los vecinos de las comunidades aledañas a la finca de tanques también cuentan un dramático relato. Quienes viven en Puente Blanco, Cataño, sienten que fueron abandonados por las agencias estatales y municipales, que mantuvieron presencia constante luego de la emergencia, pero a los cinco meses salieron de la comunidad sin informarlo. Aunque hay viviendas nuevas, en algunas parece que la explosión ocurrió ayer. Hay una veintena de casas que ni siquiera fueron visitadas como parte del inventario de daños.

Aunque las operaciones en el complejo están detenidas desde el pasado 23 de octubre, en varios de los 19 tanques que no consumió el incendio aún quedan tres millones de galones de combustible. Capeco tenía 40 tanques.

El director de la Agencia federal de Protección Ambiental (EPA) para Puerto Rico y el Caribe, Carl Soderberg, indicó que los tanques que sobrevivieron el fuego están en malas condiciones y tienen roturas, por lo que hay "pequeños escapes" de combustible frecuentemente. Aclaró, sin embargo, que ese combustible que queda en Capeco no representa una amenaza de explosión o incendio.

"Los derrames ocurren casi siempre cada vez que llueve", dijo, por su parte, el presidente de la Junta de Calidad Ambiental (JCA), Pedro Nieves, al precisar que el agua contaminada se acumula en los diques o áreas de contención secundaria que tiene cada tanque.

El peligro de contaminación, contó, es que el agua llegue al subsuelo y los acuíferos. Soderberg informó que la EPA le ordenó a Capeco realizar "estudios de integridad estructural" en los tanques que quedan en pie, toda vez que la empresa le ha expresado su intención de permanecer en el predio.

Esta información no fue confirmada por la empresa, puesto que sus directivos mantuvieron su característico hermetismo desde que ocurrió la emergencia y no atendieron a El Nuevo Día. Empero, Nieves advirtió que las aspiraciones de Capeco pudieran verse frustradas, tras acogerse a la...

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