Peligrosa arma en la Policía
Por Eugenio Hopgood Dávila
ehopgood@elnuevodia.com
La nueva orden, que entra en vigor mañana, surge en momentos en que se registra un aumento marcado en el número de ciudadanos que mueren a manos de policías estatales y municipales, algunos en forma injustificada y otros no.
Según los datos provistos por el Departamento de Justicia, en los dos años pasados hubo 21 casos de ciudadanos muertos a manos de la Policía. En los cinco años anteriores, apenas se habían reportado 19 casos.
"La nueva orden tiene un propósito bien amplio, tiene definiciones, es más abarcadora y recoge todo lo que el Departamento de Justicia federal señaló que debería mejorar", dijo el superintendente Emilio Díaz Colón.
La política que ha regido el uso de la fuerza letal por parte de los policías estatales desde 2004 fue duramente criticada en el Informe de Justicia Federal de 2011, según el cual sus normas son "obsoletas, desorganizadas y omiten estándares legales contemporáneos".
La orden sobre cuándo el policía puede matar a alguien en legítima defensa dice que el policía puede usar fuerza letal solo "cuando razonablemente crea que dicha fuerza es necesaria para proteger al miembro de la policía u otra tercera persona de una amenaza inminente de grave daño corporal o muerte".
Esta regla es similar a la de la orden que expira este mes, pero dos expertos en derechos civiles, los abogados Judith Berkan y William Ramírez, ven problemas en la definición de lo que sería esa "amenaza inminente" que justificaría el uso de la fuerza mortal. Antes no se definía.
La definición de la "amenaza inminente" en la nueva orden establece que es "la percepción razonable de un policía de que existe" tal grave peligro.
"Es que esa 'percepción razonable' del policía se presta para que el policía decida a base de sus prejuicios", razona Ramírez, director local de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU). "El agente podría pensar que es peligroso un hombre joven, negro, que salió de un residencial público con algo en el bolsillo o en la mano, que podría ser un celular o un arma y luego dirá: le di un tiro porque percibí que estaba en peligro", agrega Ramírez.
La definición en la nueva orden general agrega que esa "amenaza inminente" puede existir "aunque el sujeto no apunte un arma al policía". Además, brinda como ejemplos que el grave peligro puede existir "cuando el sujeto tiene acceso a un arma", cuando "se da a la fuga con un arma" o "huye a un...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba