Pequeños hipódromos

Roberto Maldonado Rodríguez estuvo en el Escambrón el día que la alcaldesa Felisa Rincón de Gautier trajo nieve y allí vio, por primera vez, una pica con caballitos de madera, que desde entonces han sido su pasión."Me acuerdo cuando llegó ese van y lo metieron en reversa cerca del gimnasio de boxeo. Pusieron el van así (y señaló con sus brazos una línea diagonal). Cuando abrieron eso, (hubo) una gritería y había unos maestros con unas palas grandes así (sube y separa las manos para ilustrar la medida de cerca de un pie) y empiezan a tirar nieva pa’ afuera. Era una emoción tan grande. Era una cosa espectacular", recuerda el hombre que entonces tendría cerca de 15 años. Doña Felisa trajo nieve en 1952, 1953 y 1954 durante la época navideña al área de la playa El Escambrón.Roberto vivía "en el barrio Hoare" de San Juan, cerca de una lomita a la que llegaba el tren. "Mi papá nos montaba en el tren. Lo cogíamos para ir a ver mi mamá, que vivía en Barrio Obrero, porque en (el Caño) Martín Peña había una parada", especifica el hombre de 82 años, de memorias claras y específicas y de ágil caminar.Desde su barrio también iba al cercano aeropuerto de Isla Grande, donde aún se asombra de cómo entraba en los aviones con sus amigos "de lo más tranquilos"."Cuando los aviones llegaban, nosotros nos metíamos a limpiarlos y en esos aviones daban unos sándwiches y nosotros recogíamos los que sobraban en una caja y se los llevábamos a mi mamá. Mi mamá los cogía, los clasificaba y los empacaba y nosotros íbamos al Parque Sixto Escobar a venderlos. A veces los vendíamos en el tren", recuerda Roberto, quien tuvo 14 hermanos.Caballo y jineteEn ese tiempo, Roberto disfrutaba de todas las festividades que organizaba la alcaldesa Rincón de Gautier, aunque la más significativa fue cuando trajo nieve. "Ahí me enamoré de las picas", asegura el artesano, refiriéndose al hipódromo en miniatura cuyo movimiento se acciona con una manivela y tiene un tablero con números en el que los jugadores colocan el dinero para apostar.Los caballos los aprendió a hacer mirando y ayudando a un hombre de apellido Haddock y, tan pronto logró hacer su primera figura, siguió el oficio por su cuenta. Eventualmente, aprendió a construir la pica completa y fue "piquero" por algún tiempo, por lo cual viajaba por la isla para participar de las tradicionales fiestas patronales.Su taller -lleno de caballos recientes y antiguos, herramientas comerciales y algunas hechas por él mismo para lograr los...

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