Pérdida para los escritores nativos

Gina González de Freytes

Naguabo

En Puerto Rico quedan otras librerías, tal vez no tan grandes ni con conceptos tan modernos y extraños, pero de propietarios puertorriqueños, que se han mantenido luchando todos estos años contra los grandes intereses extranjeros, y han logrado sobrevivir, manteniendo el concepto original de cómo debe ser una librería.

Es muy probable que los clientes de Borders, que se entretenían leyendo libros sin comprarlos, nunca llegarán a entender que luego de que los leyeran, doblaran, ensuciaran y dejaran tirados donde quiera sin pagarlos, era el autor quien absorbía esa pérdida. Cuando Borders compraba los libros, se los pagaba al distribuidor, y este a su vez nos hacía eventualmente el pago a los escritores. Si la librería se los devolvía, como ya nos habían pagado los libros, entonces todos quedábamos en deuda con el distribuidor.

Los escritores tenemos unos mensajes que difundir, y continuamos publicando nuestras obras a pesar de esos inconvenientes, de los elevados costos de publicación, del alto por ciento que hay que pagarle a una librería para que venda tus libros y, peor aún, a pesar del poco interés de los puertorriqueños en la lectura.

Al igual que los compositores, los escritores puertorriqueños luchamos día a día por continuar produciendo y publicando, literatura nativa de altura, que refleje, proteja y disemine nuestra cultura, sin ayuda de nadie en el gobierno y enfrentándonos muchas veces a una competencia desleal del extranjero. En otros países, además de tener unos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR