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Persiste la duda sobre hacer o no hacer fila

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Vincent

Aunque los consumidores están saliendo a comprar con mascarillas puestas, aún reina la confusión sobre si deben o no hacer fila para entrar a los grandes comercios. Así lo constató El Nuevo Día en un recorrido por tiendas de las áreas de San Juan, Guaynabo y Bayamón.El Nuevo Día visitó las megacadenas Walmart, Costco, Sam’s Club y Marshalls para ver cómo están manejando las filas y cumpliendo con el 25% de capacidad máxima en sus establecimientos.La nueva Orden Ejecutiva 2020-062 estipula en cuanto a los comercios de venta al detal que "se prohíben las filas en estos establecimientos, deben desarrollar un sistema para que los clientes esperen dentro de su vehículo". Esta prohibición ha causado dudas y sorpresa en los comerciantes.Hasta ahora ninguna de estas cuatro cadenas cuenta con un sistema —ni manual ni digital— que permita al cliente esperar su turno en el auto.Al momento en que este diario fue a Costco de Los Filtros y a Marshalls de Plaza Caparra en Guaynabo los clientes entraban sin problemas y sin filas afuera.Sin embargo, en Walmart de Plaza del Sol sí hubo fila en varias instancias, pero se movía rápido. Uno de los empleados de la tienda indicó que la capacidad máxima con la nueva orden es 600 personas, y por precaución no dejan pasar a más de 525.Dentro del Walmart los departamentos más concurridos eran los de alimentos, comida para bebé y electrónica, debido a la alta demanda de laptops para estudiantes que toman clases a distancia.Blanca Malavé viajó desde Río Grande hasta el Walmart de Bayamón para hacer sus compras. "Había escuchado que encontraron bastantes empleados con COVID en el Walmart que yo voy y soy paciente de cáncer. No me puedo enfermar porque me van a hacer un trasplante de médula", dijo al explicar el por qué compró en Bayamón."Hay gente en fila, pero se está moviendo", agregó Malavé, quien aprovechó el viaje para visitar a su mamá, quien reside en la Ciudad del Chicharrón.Muchos de los clientes en Walmart y en Sam’s Club de la avenida Kennedy, eran personas de la tercera edad."Por las mañanas oro y me tiro", expresó una dama, que se identificó como la señora Marrero, y que estaba junto a su esposo José Rivera en Sam’s Club. El matrimonio contó que antier también fue al establecimiento y la fila era inmensa, tanto que pensaron no comprar.Pero, notaron...

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