La persistencia de la memoria

Por Carmen dolores Hernádez

Aquí se unen ambos elementos: una detective sagaz que es una androide con consciencia aguda de serlo. Ambientada en un futuro no tan lejano -a cien años de hoy- Rosa Montero ha dejado intactos los suficientes elementos de la realidad como para propiciar la verosimilitud y, por otro lado, las innovaciones son muy plausibles. Todos los personajes, por ejemplo, viven en casas inteligentes capaces de abrir y cerrar las ventanas con un comando de voz y de reconocer al que llama. Las personas llevan, además, unas pequeñas computadoras como si fueran relojes-pulsera desde donde hacen transferencias de dinero.

En ese futuro, una extensa exploración espacial nos ha puesto en contacto con otros mundos, muchos con gobiernos absolutistas y tiránicos. La "democrática" tierra se ha poblado de androides o tecnohumanos, seres fabricados con una memoria artificial que simula experiencias humanas pasadas. Su siquis es, pues, capaz no sólo de recordar, sino de sentir.

Bruna Husky, una androide metida a detective que va por la mitad de los diez años que son su plazo de vida, es víctima de un ataque absurdo por parte de otra androide. Al fracasar, la atacante se saca a sí misma un ojo. Ante la generalización de ataques similares por toda la ciudad -un Madrid futurista- se suscita una reacción anti-androide por parte del Partido Supremacista Humano; el Movimiento Radical Replicante (MRR) comisiona una investigación.

Entre los...

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