Afincar a pesar de las diferencias

Por Cristina Soler

Especial El Nuevo Día

Nota de la editora: Esta es la última de cuatro reflexiones sobre la política del elenco de "Rayos y centellas".

Se abren las líneas para el pueblo. Agobiado, deprimido, engañado, menospreciado, sin esperanzas y sin fe en el sistema... Confieso que en este momento de tapón mañanero no pienso en el estatus. Ahora es cuestión de sobrevivir y evitar lo irreparable. La isla se ahoga...

Dicen que los pueblos cambian porque se lo proponen o porque no tienen otra alternativa. Pues bien, no tenemos alternativa.

Llego a la escuela de mi hija y mientras se baja me dice: "Mamá, es como dice Jorge mi maestro. 'en una dictadura las personas saben que no tienen derechos. Nosotros pensamos que los tenemos'. ¿O todavía te crees lo de ley y orden y la democracia vibrante?".

Recibo una llamada de mi amiga Millie Gil: " ¿Quieres hacer sátira política?". ¿Que qué? ¡Por supuesto! Aunque censuren, aunque traten de callarnos, aunque presionen a los auspiciadores. Todos los foros son necesarios y la risa arma poderosa. (¿Mencioné la irreverencia?)

La seriedad de las productoras y el grupo de trabajo me asegura compromiso. Carmen Nydia, Yolandita, Noris y yo. ¿Escuché bien? Rarito el grupo...

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