La ErA dE lA pEsEtA

Por K.B.

Antes con una peseta iba a la tienda de dulces de la señora del barrio y le compraba un paquetito de maíz tostado (10¢), dos huevitos dulces (a 5¢ cada uno) y una paleta (5¢), toda una compra azucarada lograda con una peseta. Pero hoy día, con 25¢, bien llamados peseta aquí como un gesto poético de apropiación -o algo así decía la señora que me vendía los dulces- no se compra ni un chicle.

Mis padres alardean de que antes se pedían tres chavos de pan y dos de mantequilla y aquella cantidad de grasa saladita y harina daban para mantener la mandíbula batiente y feliz por buen rato. Una peseta era toda una fortuna. Hoy, de milagro algún café de máquina tendrá ese precio pero cada vez son menos los avistamientos peseteriles en los negocios. Entonces paso y me encuentro con estas maquinitas que me dan cinco o seis chocolates por una peseta y veo como mi circulito redondo va perdiendo valor pero por alguna razón...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR