Pica y se extiende

Por José A. Sánchez Fournier

jose.sanchez@elnuevodia.co

Mónica Puig Marchán respiró profundo ayer, pero consiguió un triunfo 6-2, 5-7, 6-4 frente a la española Silvia Soler, para pasar a la tercera ronda de Wimbledon.

"Me siento muy bien, honestamente. Luché cada punto de ese partido y lo saqué 6-4 en el tercero. Fue difícil pero me siento muy contenta", dijo Mónica tras el triunfo ayer, en entrevista telefónica con El Nuevo Día.

En la tercera ronda del torneo en el histórico All England Club de Londres, Puig chocará en la mañana del viernes con la checa Eva Birnerova, clasificada 152 en el mundo.

Ayer, la boricua, que venía de vencer cómodamente a la quinta clasificada mundial Sara Errani 6-3, 6-2 el pasado lunes, tuvo que emplearse mucho ante Soler, quien ocupa el escalafón 74 de la Asociación de Tenis de Mujeres (WTA). La española mostró puntería y un sólido peloteo en ángulos, lo que le causó problemas a Puig, clasificada 65 en el mundo por la WTA.

El primer set, Puig se lo agenció con relativa comodidad. Le quebró el servicio a Soler en el tercer game y tomó ventaja de 2-1. En el breve descanso durante el cambio de cancha, Soler lucía seria, molesta en su silla.

En el próximo game, Puig retuvo su servició sin ceder un punto.

Acto seguido, Soler apretó en su turno con la pelota. Pero Puig tenía otros planes. Comenzó a remontar y por segunda ocasión rompió el servicio opuesto cuando la ibérica cometió doble falta con la pizarra en 30-40. Fue un punto clave para la boricua, quien ganaba 4-1.

En el sexto game del set inicial, resurgió el saque 'turbo' de la boricua. Se apuntó dos ases en ese periodo y ganó cediendo solo un punto, para 5-1. Soler se llevó el próximo game y Mónica cerró el set viniendo de atrás, colando otro as -su quinto- para ganar el game y llevarse el set , 6-2.

"Primero que todo, en yerba es muy difícil devolver el saque. Pero obviamente traté de mejorarlo en mi tiempo libre entre el torneo de Eastbourne (Gran Bretaña) y Wimbledon. Trabajamos en muchas cosas y hoy se volvió a ver en la cancha", explicó Puig.

Soler estaba estudiando a Mónica en el primer set y cambió su estrategia en el segundo. En vez de aceptar los duelos de duro peloteo desde la línea de base, optó por el juego fino, de ángulos. Comenzó a mover a su rival hacia los laterales de la cancha para luego pasar la bola en ángulo o por los flancos opuestos. La táctica le funcionó. Puig comenzó a lucir fatigada y a quedarse corta camino a la pelota.

Fue un set...

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