Picardía o demencia

La demencia no siempre se manifiesta con la evidente pérdida de la razón y frecuentemente ocurren cambios de comportamiento que se toman a la ligera o se atribuyen al envejecimiento, pero que podrían tener serias consecuencias sociales o legales.

Ese es el caso de la persona que toda la vida ha sido introvertida y, de repente, “se convierte en el payaso de la familia”; el que siempre ha sido muy respetuoso y en sus años maduros se torna en un “viejo verde”, o aquel que de momento comienza a robar cosas pequeñas. Esos casos son solo algunos de los que ha visto en su oficina el neurólogo Heriberto Acosta, quien llama la atención a la necesidad de que esos cambios de personalidad se tomen con seriedad por familiares, profesionales de la salud y funcionarios de las áreas judicial y de seguridad.

“A veces hay problemas de índole sexual porque las personas tienen un aumento de líbido y se ponen a decir cosas que no son adecuadas y a hacer acercamientos sexuales inadecuados. Recientemente, tuve que hablar con una terapista que quería formar un caso legal porque un paciente de 89 años la tocó… Una vez, un señor me trajo a su mamá que era viuda y que, de haber sido una señora superseria, andaba por la calle diciéndole barbaridades a todos los hombres”, ilustra Acosta, fundador del Centro Caribeño para el Estudio de la Memoria y la Cognición. El médico dice que también ocurre que estas personas con demencia frontotemporal se exponen o masturban en lugares públicos o demuestran un interés sexual exagerado en sus cónyuges o conocidos.

“Tuve que ir a un caso en el tribunal porque un señor que tenía como 68 años y que había sido una persona exitosa económicamente durante su vida se volvió un botarata y dejó de pagar un montón de obligaciones. Cuando le llegaban cartas del tribunal las botaba, hasta que se lo llevaron arrestado. En el tribunal estaba muerto de la risa y el juez se prendía. Me dio trabajo que el juez entendiera. Él no podía creer que el hombre tuviera demencia porque le podía hablar bien. Aun así, lo encarcelaron dos o tres días”, cuenta el especialista en demencia.

La demencia frontotemporal no siempre se manifiesta con esta conducta, advierte el experto, pues también puede expresarse con falta de energía, apático y comportamiento antisocial que, muchas veces, se confunde con depresión.

“Se debe orientar a las personas que trabajan en las áreas judicial y de seguridad para que esa alternativa diagnóstica exista en sus cabezas, que tampoco...

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