Pierde terreno la institución matrimonial

Por Gerardo E. Alvarado León

galvarado@elnuevodia.com

"Por ti me casaré, cuando te encuentre,

cuando sepa dónde estás, quién eres tú".

Los números hablan por sí solos.

Entre el 2000 y 2010, la población hábil para casarse -mayores de 15 años- aumentó en 87,119 habitantes.

Empero, en ese mismo período la cantidad de matrimonios bajó de 25,980 a 17,786, es decir, 8,194 casos menos, según las estadísticas más recientes del Departamento de Salud.

Hasta el pasado 27 de noviembre, en el Registro Demográfico había evidencia de 14,772 casamientos oficiados en Puerto Rico en el 2012.

"Y en lo que queda para que se acabe el año, no alcanzaremos las cifras anteriores", previó la directora ejecutiva de esa agencia, Wanda Llovet.

Asimismo, durante la pasada década el índice de divorcialidad se disparó de 52.4% en el 2000 a 78.2% en el 2010. Este hecho, de acuerdo con el demógrafo y estadístico Raúl Figueroa, se interpreta como que ocho de cada 10 matrimonios acaban en divorcio. En el 2010 hubo 13,913 divorcios.

Como si fuera poco, el porcentaje de hijos nacidos de madres solteras y/o en uniones consensuales casi se duplicó en los pasados 20 años.

Estadísticas provistas por la demógrafa, socióloga y antropóloga Vivianna de Jesús reflejan que en 1990, el 37% de los niños nació fuera del matrimonio, cifra que aumentó a 49% en el 2000 y a 61% en el 2008.

"Esto quiere decir que más de la mitad de los niños que nacen en el país son de mujeres que no están casadas legalmente. La expectativa para este año es que ese 61% sea mucho más alto. Casarse ya no es requisito para tener hijos", planteó De Jesús.

Otro dato relevante es que la mediana de edad de los novios que contraen primeras nupcias también aumentó.

Según Salud, hace 20 años los hombres y mujeres se casaban a los 24 y 23 años, respectivamente. En el 2010, la mediana de edad en hombres subió a 26 años y en mujeres, a 25.

"El matrimonio se pospone, ya que no es prioridad para los jóvenes adultos, quienes ahora tienen otras prioridades, como educarse y conseguir un buen empleo", agregó De Jesús.

En opinión de varios expertos en conducta humana entrevistados por El Nuevo Día, la combinación de los factores antes mencionados ha provocado que el matrimonio -como institución- esté "en decadencia".

"Las prioridades se han invertido. Antes se hablaba de establecer un hogar en matrimonio, mientras que ahora la prioridad es suplir lo individual", expuso la doctora en medicina sexual Wanda Smith.

"Muchas personas...

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