En sus pies Mayra Elías

Por Aurora Rivera Arguinzoni

arivera@elnuevodia.com

Durante una visita reciente a su hogar para conocer cómo se ha adaptado a la vida desde que regresó a casa en febrero, El Nuevo Día fue testigo de como Elías experimenta movimientos o reflejos en sus extremidades inferiores que no eran evidentes al documentar terapias anteriores.

Si bien la rutina familiar gira en torno al ciclo usual de llevarla a terapias, a visitas médicas y a hacerse pruebas de laboratorio, con lo que les ayuda una enfermera de lunes a viernes, el tipo de tratamiento de estas pasadas 10 semanas y ciertos cambios en su cuerpo no tienen nada de usuales.

Luego de las lesiones que casi le cuestan la vida Elías no ha podido pararse sola, pero comenzó a hacerlo amarrada a una silla especial que le fue prestada y que ella misma controla tirando de una palanca. Poco a poco estira su cuerpo hasta que queda erguido.

"Ahora vas a ver lo alta que soy", presumió la espigada atleta de 5'7" a este medio, mientras su esposo, Javier Pérez, y su hija Nicole la ayudaban a transferirse desde el sillón de ruedas, y aseguraban sus piernas, caderas y torso al marco de la silla para pararse. Poco a poco, oliendo pañitos de alcochol y tomando bebida con electrolitos para combatir el mareo, logró su objetivo.

"¡Me encanta esta silla! ¡Me encanta estar así! ¿Ves lo alta que soy?", preguntó coqueta y muerta de la risa. Reveló que ha llegado a permanecer parada así hasta una hora al día.

Transcurridos nueve meses desde que fue arrollada el 22 de septiembre de 2012, sus piernas no solo lucen menos flácidas que meses atrás, no están hinchadas y de acuerdo con su testimonio y el de su esposo han comenzado a tener sensaciones y movimientos nuevos.

"Ya no se me hinchan lo pies como antes. No sé si la electricidad ayuda", dijo Elías refiriéndose a la sensación electrificante que le causa la terapia electroneuromedular que recibe de lunes a jueves, su tratamiento principal en la actualidad y el cual estimula el flujo de energía a todos los nervios de su cuerpo.

"Las piernas están mucho más fuertes. Se me ponen bien fuertes los dedos, es una cosa impresionante. Los dedos antes estaban todo el tiempo bien flácidos, ahora como que se ponen derechos, se mueven. Las mismas piernas se mueven", describió la paciente, que antes recibió terapias variadas en los hospitales de rehabilitación Health South, localizado en el Centro Médico de Río Piedras, y Shepherd Center, en Atlanta, Georgia. En ambos desconocían la...

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