Las playas continúan en recuperación

El impacto del huracán María sobre las playas fue tan significativo que, a tres años del azote del ciclón, estos recursos naturales siguen en recuperación.El oleaje y la marejada ciclónica de María ocasionaron que gran parte de las playas perdiera arena (erosión). En algunas, sin embargo, ocurrió lo contrario: ganaron sedimentos y su ancho se amplió, un proceso conocido como acreción.Pero estos cambios no han sido permanentes, y la ocurrencia de otros fenómenos entre 2017 y el presente -como frentes fríos y tormentas- ha alterado aún más la geomorfología costera.En opinión de la oceanógrafa y geóloga Maritza Barreto, catedrática de la Escuela Graduada de Planificación de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras, y el científico Ernesto Díaz, director del Programa de Manejo de la Zona Costanera del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), las playas en Puerto Rico están "buscando el equilibrio" desde el paso de María."María tuvo un efecto doble en las costas y pudimos medirlo. El oleaje y la marejada ciclónica tienen la capacidad de llevarse arena, pero también de traerla. No podemos enfocarnos en que un huracán siempre va a producir erosión, porque no es así", dijo Barreto, una de las investigadoras principales del proyecto titulado "El estado de las playas de Puerto Rico post-María", cuyos primeros resultados fueron publicados el mes pasado.Se trata de una evaluación exhaustiva de las condiciones geomorfológicas de las playas post-María, y los hallazgos recién divulgados agrupan a 10 de los 44 municipios costeros: Aguada, Aguadilla, Añasco, Arecibo, Arroyo, Barceloneta, Humacao, Loíza, Rincón y San Juan.Mediante el análisis de fotos áreas y estudios de campo, Barreto y los demás investigadores identificaron "claramente" que gran parte de las playas en la zona noroeste (entre Mayagüez y Aguadilla), norte central (entre Aguadilla y Manatí) y sureste (entre Ceiba y Ponce) fueran las más afectadas por erosión.En estos sectores, resaltó la experta, la pérdida de ancho de playa fue "significativa", con mediciones de entre 30 y 45 metros. Mencionó, por ejemplo, las playas de Crash Boat en Aguadilla, La Boca en Barceloneta, Punta Guilarte en Arroyo y la desembocadura del río Grande de Loíza en ese pueblo."Las pérdidas no han sido permanentes. A través del tiempo y a diferentes velocidades, las playas han tenido ganancia de sedimentos, lo que podría llevarnos a pensar que están en un proceso de recuperación, pero no...

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