El pleito de clase contra la corporación pública puertorriqueña: Algunas consideraciones de política pública
| Autor | Luis Herrero Acevedo |
| Cargo | J.D. 2008, Universidad de Puerto Rico |
| Páginas | 52-75 |
EL PLEITO DE CLASE CONTRA LA CORPORACIÓN PÚBLICA
PUERTORRIQUEÑA: ALGUNAS CONSIDERACIONES DE POLÍTICA
PÚBLICA
LUIS S. HERRERO ACEVEDO∗
I. Introducción ............................................................................................................................................................. 52
II. Un breve trasfondo histórico .......................................................................................................................... 54
III. Requisitos y funcionamiento ......................................................................................................................... 57
A. Pleitos de Clase en los Estados Unidos.................................................................................................. 59
B. Pleitos de clas e en Puerto Rico ................................................................................................................. 61
IV. Ejemplos de pleitos de clase contra compa ñías de servicios públicos en los Estados
Unidos ............................................................................................................................................................................. 61
V. La corporación pública puertorriqueña ..................................................................................................... 64
VI. La función gubernamental esencial de la corporación pública ...................................................... 65
VII. El cobro excesivo de la Autoridad de En ergía Eléctrica ................................................................... 67
VIII. Un hipotético pleito de clase contra una corporación pública .................................................... 70
IX. Conclusión .............................................................................................................................................................. 73
I. INTRODUCCIÓN
Las últimas décadas han visto un vertiginoso aumento en la radicación
de pleitos de clase contra todo tipo de empresa.1 No es raro toparse con
noticias de pleitos de clase contra corporaciones que se acogen a la quiebra, o
de consumidores de un producto electrónico que han sufrido algún daño, por
pequeño que sea, que buscan constituirse en una clase para recobrar alguna
compensación. Además, las ondas de televisión y radio en los Estados Unidos
están llenas de comerciales de firmas de abogados especializadas en pleitos
de clase orientando a pacientes de medicamentos y aditamentos médicos
sobre pleitos activos contra las manufactureras del producto. Por lo general,
cuando un pleito de clase es exitoso, la sentencia es por una suma
considerable.
Algunos argumentan que existe una crisis de pleitos de clase abusivos,
impulsado por abogados especializados que buscan cobrar una lucrativa
porción de la sentencia final, mientras que los individuos de la clase que
representan sólo disfrutan de la pequeña porción en que consiste su
reclamación. Otros dicen que el pleito de clase es una herramienta útil para el
∗ J.D. 2008, Universidad de Puerto Rico.
1 HERNÁNDEZ COLÓN, PRÁCTICA JURÍDICA DE PUERTO RICO § 1005 (4ta ed. 2007). Dice el tratadista
que “el uso del pleito de clase para estos fines estaba limitado en el foro federal hasta las
enmiendas que se hicieron en 1996 . . . [qu e] se dio la explosión de la litigación en pleitos de
clase en el foro federal que ha llegado hasta nuestros días”.
No. 1 Pleitos de clase
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ciudadano y el consumidor en general, que sirve de freno contra las prácticas
abusivas de algunas empresas, a la misma vez que pueden tener un efecto
publicitario devastador contra una compañía. Por otro lado, muchas de las
más famosas e importantes conquistas en el campo de los derechos civiles
fueron a través del mecanismo de pleito de clase.2
Lo cierto es que, crisis o no, la figura del pleito de clase tiene sus
ventajas. En primer lugar, la certificación como clase de varias reclamaciones
judiciales similares conserva los limitados recursos de la rama judicial,
evitando que existan miles de pleitos con los mismos derechos y obligaciones
en nuestras salas de justicia. Además, reduce el riesgo que los tribunales
decidan de manera distinta ante hechos similares. Por último, permite que
una persona con una acción de daños de poca cuantía monetaria pueda
acceder a la justicia a través de una clase, que al aunar esfuerzos puede llevar
un pleito judicial de manera apropiada. Sin embargo, un pleito de clase mal
administrado, o llevado viciosamente, puede convertirse en un dolor de
cabeza para cualquier tribunal que vea su expediente inundado de
numerosos y complejos recursos de múltiples partes.
Más allá de analizar la figura del pleito de clase, este artículo busca
analizar algunos escenarios donde una corporación pública puertorriqueña
sea objeto de un pleito de clase. Exceptuando la telefonía, todos los servicios
básicos del pueblo puertorriqueño son proveídos por el Gobierno a través de
corporaciones públicas.3 Éstas, facultadas por ley a funcionar como empresas
privadas, tienen la responsabilidad de asegurar que la infraestructura del
país funcione apropiadamente. Existen casos contra compañía proveedoras
de servicios básicos en los Estados Unidos, y es previsible que en algún
momento ocurra lo mismo en Puerto Rico.
Nos proponemos a analizar el escenario donde una corporación
pública sea demandada en un pleito de clase, y se vea expuesta a pagar
millones de dólares en un veredicto adverso. Estudiaremos las repercusiones
de tal acción, y veremos si es necesario que los jueces en casos similares
tengan en mente el interés público, según ha sido reconocido por el Tribunal
Supremo de Puerto Rico, a la hora de otorgar un fallo contra una corporación
pública, o si debería atenerse a la doctrina del pleito de clase y otorgar daños
como si se tratara de una corporación particular.
2 Brown v. Board of Education, 347 U.S. 483 (1954). Bro wn fue el responsable de lanzar el
movimiento de los derechos civiles en Estados Unidos. En una histórica decisión unánime, el
Tribunal Supremo de los Estados Unidos termi nó con la política de segregación de razas que
había existido en las escuelas públicas de los Estados Unidos desde la abolición de la
esclavitud. Brown comenzó como un pl eito de clase que la N.A.A.C.P. radicó a nombre de
estudiantes afro-americanos contra el distrito escolar de Topeka, Kansas.
3 Estos son agua potable y alcantarillado, energía eléctrica, el cuidado de salud terciario,
entre otros.
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