Plena

Rosa Mercado

A lo mejor, con siglos de distancia, lo que nos hermana en el siglo 21 al baile de la plena, son las raíces. Porque no fue en los salones de los hacendados, ni en el palacio de los gobernantes, ni en las selectas fiestas con piano de cola y champán que nació la plena. Fue en el jergón de los esclavos, en la miseria del trabajador de la caña, en las manos callosas de los agricultores que nació el ritmo con el que los puertorriqueños del siglo 21 meneamos gozosamente el espíritu y el caderamen masa con masa que diría Palés Matos.

Hay algo de subversivo en la música que se usó en algún momento como un periódico cantado y así nos enteramos de que " cortaron a Elena y se la llevaron pa'l hospital", o del "temporal, temporal, allá viene el temporal" o de que "en un barrio de Arecibo, serían como las seis, que se apareció el demonio dando vuelta en el batey".

Habrá quien diga que cantar y bailar en el país como está es una muestra de falta de solidaridad o de salud...

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