Poesía y lirismo en una gran interpretación

Por Luis Hernández Mergal

Especial El Nuevo Día

El heroismo beethoveniano de la Obertura Coriolano, Op. 62, protagonizó la interpretación del maestro Maximiano Valdés frente a la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico (OSPR), que encabezó el concierto del pasado sábado en la Sala Sinfónica del Centro de Bellas Artes de Santurce. El Concierto en re menor para violín y orquesta, Op. 15, de Benjamín Britten, interpretado por la joven violinista Elena Urioste, junto a la OSPR dirigida por Valdés, parecería no guardar relación alguna con la pieza de Beethoven. Sin embargo, lo que decía Hoffmann sobre el tema principal de la mencionada obertura, que "tenía el carácter de una inquietud imposible de calmar, de una nostalgia que nunca será satisfecha", es una perfecta descripción del carácter del concierto de Britten, una obra oscura, cuya superficie mayormente lírica esconde conflictos profundos. La última palabra del violín en la Passacaglia final, un vacilante trino sobre fa y fa sostenido -notas que definen el modo del acorde final- es el mejor ejemplo de la ambigüedad que permea la atmósfera de la obra.

La excelente interpretación de Urioste fue de una poesía que subrayó el lirismo del concierto y que nos...

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