Un polaco por África

Por Alejandro Carpio

Y bien pudo haber dicho "John Webster". La sangre, en efecto, chorrea gracias a la injerencia de las potencias occidentales en suelo africano, pero también gracias a las divisiones internas de sus complejas sociedades. En alguno que otro fragmento, la sangre brota del mismísimo Kapuscinski, quien salió trasquilado en más de una ocasión por su hubris periodística. Su prosa vigorosa y crujiente se suma al suspenso que ya había amplificado el interés principal del texto: la información y la pedagogía. Resulta que el polaco escribe con la instrucción y el poder de un gran artista y conmueve con una verdad que pudiera, en un mundo ideal, revelarse como un modelo del quehacer periodístico.

En las últimas...

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