Polo-rriqueños

Mari Mari Narváez

¿Leí bien o es que estoy de nuevo adjudicándole cualidades de ciencia ficción a las noticias? ¿Santini convocó un concurso de decoración navideña y dijo que Puerto Rico será el Polo Norte del Caribe?

"Caramba, me preocupa ese alcalde", pensé. "Para mí que se cayó de una palma y se golpeó fatalmente la cabeza. O algo grave le ha pasado que se le han afectado tanto las neuronas".

Cada año me pasa lo mismo con esto de la decoración polar. Primero, la indignación; un sentimiento de "trespassing" emocional y violencia cultural invaden mi alma patriotera. Luego busco una forma de resistencia: "¿Escribir una columna manifestando mi repudio a la estética polar en nuestro espacio público?"

Realmente hubiese sido mi deseo pero tuve que descartarlo. Con el país lleno de santacloses inflables y copos de nieve plásticos en cada esquina, ¿con qué argumento podría defender mi rechazo contundente a la decoración polar?

Es tan absurdo todo ese asunto de la nieve y Santa Clós, que ya lo más absurdo de todo es pretender erradicarlo cuando la mayoría de los puertorriqueños parece reiterar que no le importa crear la farsa. Si está estipulado que no importa cuán absurdo, ridículo y de mal gusto sea, entonces lo verdaderamente ridículo...

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