La ponencia de Obama

HÉCTOR REICHARD

EXSECRETARIO DE JUSTICIA

La realidad es que como abogado, humanista, estudioso de procesos políticos, Barack Obama debe desear resolver el problema político de Puerto Rico, pero como presidente de la nación, si no tiene un asunto que amerite incluirlo en la agenda de la nación, un problema que compita por ejemplo, con el de inmigración, salud o qué hacer con el tema económico de China, para nada va a mirar hacia acá: deja que sean los representantes de los tres partidos que dialoguen en Washington lo que de otra suerte se dirían en San Juan. El Plan Obama es congelar la bola.

Pero hay más, para nada se ha de meter la Casa Blanca en decidir quién tiene la interpretación correcta del último plebiscito y menos del penúltimo que ganó "ninguna de las anteriores".

Tampoco ha de intervenir entre el gobernador y el comisionado residente, amigos demócratas ambos cuyos partidarios tienen chequeras abiertas para cuando vienen...

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