El precio de ser un candidato

Por Benjamín Torres Gotay

btorres@elnuevodia.com

Su muy bien articulado discurso, el aire profesoral con el que habla, las alusiones históricas, la amplia cultura que se desborda de sus palabras, opacan de manera demasiado evidente la liviandad de Alejandro García Padilla, de quien se supone sea el segundo.

Pero en los siguientes treinta segundos, parece que alguien le hizo una seña, o él mismo se dio cuenta de lo que estaba pasando. Se puso una brida, aguantó los caballos y desde entonces acota cada frase con expresiones como "según la creencia de Alejandro", "como dice Alejandro" o "como piensa Alejandro", entre otras.

Cox Alomar se expresa con fluidez y seguridad, como quien piensa en lo que está diciendo. El discurso de García Padilla, como el de casi todos los políticos, incluido el gobernador Luis Fortuño, recuerda un modelo para armar: frases preconstruidas que se le ocurrieron o alguien se las enseñó y las dice aquí y allá, las mismas, dependiendo de la pregunta o el tema que le planteen.

Los primeros pasos de Cox Alomar como candidato, sin embargo, sugieren que, con el doble propósito de hacerse querer por el mismo electorado que hace poco encontró atractivas retóricas como las de El Chuchin y Luis Farinacci y de no empequeñecer al que figura con él en la papeleta, va a intentar templar sus calores y entrar en las pantomimas tristemente necesarias para sobrevivir en el gallinero de la política partidista.

Ha empezado a hablar, según decía estos días en Twitter el escritor Elidio Latorre, "con una calibración de cada palabra que asusta por su intención".

En las horas inaugurales de su carrera tuvo ya que transitar el terreno cenagoso al que se obligan a andar los políticos por no poder ver ni hablar lo que todos ven y de lo que todos hablan. En su caso, el trago le tocó también a unas horas de ser candidato cuando el periodista Julio Rivera Saniel le preguntó si el Estado Libre Asociado es una colonia y respondió que no.

Para la gente que no se teme a sí misma, incluyendo no pocos populares, eso de si el ELA es una colonia o no es un debate enterrado hace mucho tiempo. Más allá del envidiable talento literario de algunos populares para enredar y enredarse con este tema, todo el que ve las cosas como...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR