Un premio político

JULIÁN D. LOURIDO ALONSO

ESTUDIANTE DOCTORAL DE DERECHO

La posición fue creada con el fin de ser el máximo y último guardián de nuestra magna carta, la Constitución. Ocupar dicha silla otorga gran responsabilidad, pues desde la sede en el Parque Muñoz Rivera en San Juan se ha formado nuestro derecho puertorriqueño y se han tomado decisiones que han afectado a miles de ciudadanos.

Sin embargo, en la actualidad se ha convertido en un premio político. Algunos de los nominados jamás han pisado un tribunal ni han redactado un escrito jurídico. Otros, se han desempeñado como consejeros de políticos y banqueros que en nada tiene que ver con el derecho. Sólo unos pocos se han ganado la posición, pues han sido desde asesores legales, secretarios de importantes agencias gubernamentales hasta jueces de apelaciones.

Entonces, ¿es así como se pule nuestro tribunal y a su vez nuestro ordenamiento jurídico? Y ni hablar del proceso de confirmación de los nombramientos. Los últimos han sido confirmados en menos de 48 horas de haber sido nombrados. Hasta hace...

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