Prensa

Welmo Romero

El periodista sabe y reconoce que debe bajar el nivel de su verbo porque una inmensa mayoría de la audiencia prefiere el rumor al hecho y se regodea en un lodazal de faltas gramaticales y ortográficas. Ser ignorante es un deporte y tenemos potencia de carácter mundial para las próximas olimpiadas.

Quien ejerce esta profesión para dar pelo o vestir "chulisnaki" frente a las cámaras tiene un trabajo asegurado, mas cierto esto si sus facciones no denotan el partidismo político. Ese sagrado manto que nos cubre y nos recuerda que soy del partido tal y luego existo.

Hay periodistas que saben que su jefe necesita de senos doble D, las chillerías, los perros más feos del mundo, el morbo de vísceras martilladas por el plomo y demás espectáculos que mantienen las ediciones corriendo a gran velocidad. Dicha velocidad se magnifica con las actualizaciones en las versiones "on-line" donde parece ser que lo que importa es quien saca...

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