Preocupante impacto de encrucijada venezolana

El más reciente y quizá más temerario episodio, ocurrido el jueves, fue la inhabilitación de la Asamblea Nacional venezolana, cuyos poderes fueron transferidos al Tribunal Supremo de Justicia, creándose una crisis institucional que fue repudiada dentro y fuera del país.

La rectificación que hizo el Tribunal Supremo el sábado, devolviéndole a la Asamblea Nacional sus poderes tras una explosión de protestas internas y la condena internacional, no quita el mal sabor de una intentona grave.

Por el contrario, la amenaza de que en cualquier momento se produzcan nuevos ataques a la legalidad, con su secuela de inestabilidad y estallidos de violencia, sigue latente. Tan temible posibilidad movilizó al Mercado Común del Sur (Mercosur) a anunciar que aplicarán los métodos para implementar “la suspensión” de Venezuela del importante bloque comercial suramericano, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay al que se sumó la república bolivariana en 2012. Al señalar que “la plena vigencia de las instituciones democráticas es la condición esencial para la vigencia del Mercosur”, el organismo, en una declaración conjunta de sus directivos, conminó al gobierno del presidente Nicolás Maduro a “adoptar inmediatamente medidas concretas, concertadas con la oposición, para asegurar la efectiva separación de poderes, el respeto del Estado de Derecho, los derechos humanos y el respeto de las instituciones”. Se trató de una postura vertical que debe servir de modelo a seguir a países y entidades del mundo democrático.

La Asamblea Nacional venezolana ha estado bajo fuego desde diciembre de 2015, cuando una coalición opuesta al gobierno chavista pudo hacerse con una mayoría absoluta de diputados. Desde entonces, el pulseo entre Maduro y sus adversarios políticos ha llevado a la represión contra estos últimos, y prueba de ello fue la descabellada idea de suprimir las funciones legislativas, un virtual golpe de estado que pudo sumir al gobierno de Venezuela en la ilegitimidad más absoluta.

En las calles, el malestar que ciudadanos expresan podría desembocar en nuevos...

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