Primera víctima tras el paso del huracán

Por Javier Colón Dávila

jcolon@elnuevodia.com

Resignado y entre sollozos, Juan Betancourt recordó ayer en la mañana la última conversación que sostuvo con su madre, doña Zoraida García Dávila, quien pereció al mediodía cuando un golpe de agua impactó el auto en el que viajaba en el barrio Canovanillas en Carolina.

"Le dije: 'Mami, ¿qué tu haces aquí?'. Ella me contestó que se le había quedado la cartera".

Doña Zoraida y su esposo, Domingo Betancourt, se refugiaron el lunes en la noche en el apartamento de su hijo en el casco urbano de Carolina. Ya en la mañana el matrimonio de 50 años de unión decidió que era hora de volver a su residencia para buscar unos medicamentos -ella era diabética y él paciente del corazón-, verificar que todo estuviera bien y darle comida a unos perros.

En un primer viaje, doña Zoraida llevó a su esposo, pero se percató que había dejado la cartera en el apartamento de su hijo, así que viró. Allí estaba su hijo -medio dormido- tras una larga jornada de trabajo como empleado de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados.

No está totalmente claro qué le ocurrió a doña Zoraida, o Zori, como la conocían también.

Unos dicen que ella manejaba su Suzuki SX4 cuando, a un minuto de su casa, la crecida de una quebrada se llevó el auto. Otros, como su hijo Juan, alegan que ella estaba fuera del auto con las llaves en la mano cuando...

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