'La tenía como una prisionera'
Por Rut N. Tellado Domenech
rtellado@elnuevodia.com
Esa amenaza, presuntamente proferida por Ángel Miguel Carrasquillo Pizarro, de 50 años, el pasado lunes cuando recién salía de prisión, tuvo ayer un desenlace fatal para Awilda Janet Torres Medina, de 42 años y quien había sido su pareja.
Una casa de dos pisos ubicada al final de unas largas escaleras rodeadas de matas de guineo fue el escenario donde Torres Medina fue degollada. La residencia se encuentra en la calle 11 del barrio Carola, en Río Grande.
Luz J. Torres Medina, de 24 años e hija mayor de la víctima, relató que se enteró enseguida de lo sucedido porque vive en una residencia cercana.
"Escuché unos gritos. Un vecino se acercó a mí. Fui a la casa y la encontré muerta", dijo sobre los hechos ocurridos a eso de las 11:00 a.m.. "La casa y el balcón estaban llenos de sangre. Ella estaba tirada en un sillón con un dedo cortado, el pecho cortado y el cuello totalmente cortado".
La joven indicó que su madre mantuvo dos años de relación sentimental con Carrasquillo Pizarro antes de que este fuera encarcelado hace ocho meses en una prisión federal en Estados Unidos por escalamiento, sustancias controladas y falsificación de cheques. "Cuando lo metieron preso, ella perdió contacto con él. Él la llamaba y ella le 'pichaba' las llamadas", contó.
Mientras Carrasquillo Pizarro y Torres Medina eran pareja, Luz relató que "él siempre la mantenía encerrada, le revisaba el celular, no la dejaba salir sola, la tenía como una prisionera". Dicha conducta, que suele darse en situaciones de violencia doméstica, nunca fue denunciada a las autoridades.
Awilda, quien estaba desempleada, y a la que le sobreviven otros tres vástagos de 20, 17 y 6 años, residió en el sector Las Cuevas de Loíza hasta hace cinco días, cuando se mudó a la casa en la que ocurrieron los hechos y que era propiedad de su madre. Allí vivía con su progenitora, el esposo de esta y los dos hijos menores de edad.
A esa casa en el barrio Carola, según Luz, fue el hombre el pasado lunes, cuando recién salió de prisión bajo probatoria, para buscarla. Como Awilda rehusó irse con él, profirió la amenaza y se fue. "No se hizo la querella porque no pensaron que él iba a hacerle eso", relató la hija mayor de la fallecida.
"Yo no sospecho. Yo estoy completamente segura de que él la mató", aseguró Luz. "Aprovechó cuando más nadie estaba en la casa".
Según Víctor Carbonell, fiscal de distrito, el cadáver de Torres Medina estaba en el balcón que...
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