Promesa de futuro en peligro de acabar

Por Aurora Rivera Arguinzoni

arivera@elnuevodia.com

Toda esa gama de experiencias se la provee el Centro de Nanotecnología del RUM, un proyecto que comenzó en el 2008 con una asignación de $ 5.2 millones de la Fundación Nacional de Ciencias (NSF). Sin embargo, según explicó ayer el doctor Oscar Marcelo Suárez, catedrático del Colegio de Ingeniería del RUM y director del Centro, los fondos de NSF fueron congelados en abril de 2012 debido a irregularidades detectadas en otros programas financiados por la fundación en la UPR y, aunque la UPR los provee por ahora, el futuro de las iniciativas peligra.

Mediante el uso de $ 1 millón al año en el Centro de Nanotecnología, los jóvenes realizan investigaciones, muchas de las cuales han sido premiadas a nivel internacional, y apoyan clubes de ciencias e ingeniería de materiales en escuelas públicas. Este año hay 12.

"Puedes ver el interés de ellos. Muchos no saben qué es lo que quieren (ser) y eso los ayuda", afirmó sobre su experiencia con los más chicos Karen Guerrero, quien está en su último año de ingeniería química y en este proceso obtuvo un internado con la NASA y una oferta de "trabajo por experiencia".

Una de esas vidas tocadas es la de Marivic Hernández Quezada. Ella estudiaba mercadeo en la escuela superior Eugenio María de Hostos, de Mayagüez, y ahora cursa el primer año de ingeniería mecánica en el RUM, donde investiga nueve aleaciones de aluminio en busca de una que pueda tener más y mejores usos. "Entré al Club porque en grado 11 estaba en química y la maestra, que era quien lo dirigía, nos habló de él", recordó durante una visita reciente al Centro de Nanotecnología.

Aunque su radical cambio resulta sorprendente, es comprensible cuando uno observa la euforia que invade a niños de intermedia al ver líquido ferroso (con partículas de hierro) adoptar forma casi sólida cuando se le acerca un imán. Queda claro que la ciencia los cautiva por sus caras de sorpresa cuando un fino polvo blanco (de un polímero superabsorbente) se convierte en nieve artificial ante sus ojos al humedecerlo. O cuando "juegan" a dar vida a un carrito solar u observan arena artificial repeler el agua.

El Nuevo Día visitó el Club de Ciencias e Ingeniería de Materiales de la Segunda Unidad Río Cañas Arriba, en Mayagüez, durante una sesión con estudiantes del Centro de Nanotecnología. Contaron que durante sus inicios, en el 2010, algunos niños pensaban que las ciencias eran cosa de comelibros y ahora se interesan por...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR