PROMESAS BIEN ENCAMINADAS
Por Luis Santiago Arce
larce@elnuevodia.com
Cintrón, quien acarició el podio olímpico en los Juegos de Londres 2012, acaba de colgarse plata al cuello en la división mosca (114.6 lb / 52 kg) al vencer en la semifinal al cubano Jorge Cordero y perder la final en una discutida decisión contra el británico Oliver Simpson.
Ortiz, a su vez, volvió a casa con bronce al perder su semifinal de peso gallo (123.5 lb / 56 kg) contra otro cubano, Alexeis Guibert. Ambos púgiles boricuas miran ahora hacia su próxima gran meta: los Juegos Olímpicos de Río 2016 en Brasil.
"Muchos que no creían, ahora tienen -lamentablemente- que tragarse mi nombre. Esas cosas me han dado más fuerza para entrenar más fuerte y realizar todo lo que he logrado. Me sacrifiqué por esto, pero mi humildad sigue siempre sobre todo", dijo ayer el bayamonés Cintrón, de 17 años, en una visita junto a Ortiz a la redacción de El Nuevo Día.
"Muchos dirán que me he crecido, pero tengo el derecho para hacerlo porque me he sacrificado por esto, que me he abierto muchas puertas y ha sido un cambio enorme para mí... Con el éxito mío ya basta, pero mi humildad siempre seguirá", agregó con gratitud por la ayuda económica que le brinda el municipio de Bayamón.
El humacaeño Ortiz, de 18 años y pupilo del entrenador Santos López en el modesto gimnasio Junquito Boxing, lamentó que "hay gente que no está con uno en las malas, y quieren estar en las buenas". Destacó, asimismo, que su medalla "es un orgullo, ya que represento no tan solo a mi país: también a mi familia y a mi barrio. Vengo de un lugar donde no hay tantos recursos para el boxeo y hemos salido varios campeones".
Distinto a Cintrón, quien ya es reconocido desde su destacada participación olímpica en Londres, ahora es a Ortiz a quien le está llegando la exposición y la fama. Inclusive, fue homenajeado anteanoche ante miles de personas en el cierre de las fiestas patronales de Humacao. "Me pongo un poco gago hablando frente a la gente... pero uno va mejorando. ¿A quién no le gusta tener fama? Ya me estoy acoplando", añadió entre risas.
En Armenia, ambos púgiles reclaman haber sido desfavorecidos por la votación de los jueces en sus últimos combates, y ahora evaluarán su desempeño para sacarle provecho a la experiencia de aprendizaje mundialista y seguir puliendo sus destrezas técnicas.
"Prefería mil veces perder por nocaut que perder por empate. Eso fue lo que me dolió... Sé que gané esa pelea y en mi mente soy el campeón mundial, pero...
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