LA PROTECCIÓN DEL SANTO PARA HACER EL MAL

Por Limarys Suárez Torres

lsuarez1@elnuevodia.com

Nota del editor: Primera de dos partes de serie especial sobre la adhesión de narcotraficantes y figuras del mundo criminal a las prácticas de santería.

"Es lo más impresionante que he visto. Recuerdo que tenía diferentes muñecas de distintos tamaños, de hasta cinco pies de altura, con trajes largos, de boda, velas, frutas, muñecos con tuxedo", cuenta el agente Antonio Torres, jefe del Task Force de Ofensores Violentos de los Alguaciles Federales.

Lo que vio estaba en una habitación de la residencia en la urbanización Bosque de Palmas, en Bayamón, en la cual el 17 de diciembre de 2008 fue asesinado el niño Eliezer Encarnación Alicea, de 13 años. Encarnación Alicea fue abatido de un balazo en el pecho tras entrar al patio de la casa mientras jugaba al esconder y ser confundido con un rival por dos narcotraficantes que procesaban un cargamento de cocaína en la casa.

Se trataba de un altar de santería que presuntamente mantenía allí José A. Concepción Guerra, alias Matojo, un supuesto narcotraficante de Guaynabo que el 7 de marzo de 2011 fue acusado del asesinato de Eliezer y aún espera juicio por estos hechos.

Su caso es un ejemplo de un fenómeno que agentes de la ley y el orden, expertos y practicantes de las religiones afrocubanas, generalmente consideradas como santería, aseguran que es demasiado común: la adhesión de poderosos narcotraficantes a estas religiones.

Conocedores del bajo mundo aseguran que la mayoría de los principales narcotraficantes convictos o acusados en los últimos años son seguidores de la santería o el Palo Mayombe, dos religiones de origen africano que se asentaron en el Caribe, principalmente en Cuba, tras la llegada a esta región de esclavos africanos procedentes de Nigeria y el Congo.

Entre los narcotraficantes que las autoridades han corroborado que practican la santería están Miguel Díaz Rivera, mejor conocido como Bolo; Jaime Dávila Reyes, conocido como Peluche; José Negrón Rivera, alias Nino Brown, y Matojo. En su momento, Ángel Ayala Vázquez, alias Ángelo Millones, creyó pero luego se apartó.

Otro mencionado por las autoridades fue Claudio López Rivera, alias Papote, un presunto narcotraficante del residencial Villa España que se sospecha estuvo vinculado con el asesinato de los voleibolistas Wilfredo Sevilla y Walter Quiles. También Felipe Narváez Colón, mejor conocido como Gavilán y quien es de Villa del Río y está bajo probatoria federal.

Elvin Torres...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR