Proyecto 238: ¿democrático o comunista?

Lcda. Sonimar Lozada Rodríguez

Portavoz

Para muchos, esta propuesta tiene una apariencia de propiedad y nobleza. Pero, detrás de su texto, se esconde un ataque estratégico contra dos bastiones constitucionales de los puertorriqueños: la libertad de expresión y de religión.

Me pregunto cómo los empleadores podrán conocer la "orientación sexual" de una persona. De hecho, ni siquiera el texto de la medida define los términos "orientación sexual" e "identidad de género".

Los empleadores tienen derecho a emplear a cualquiera, incluyendo hombres vestidos de mujer. De más está decir, que todos los ciudadanos gozan del derecho a trabajar. Esas no son las controversias. La imposición ilegal cobrará vida cuando los empleadores sean penalizados por negarse a emplear un hombre vestido de mujer, y expresando su fe y creencias religiosas, no promuevan este tipo de manifestación.

Me parece que las imposiciones de la propuesta #238 son tan vagas y subjetivas que rayan en lo inconstitucional, creando así más discrimen del que pretende evitar.

No se trata de la conducta sexual de nadie...

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