PUDO MÁS LA PASIÓN
Por José A. Delgado
Enviado Especial
Carlos Beltrán regresó anoche al terreno de juego, pese a una contusión en la costilla derecha que amenazó con limitar su participación en su primer Clásico de Otoño.
"Amaneció bien, con un poquito de dolor", dijo su esposa, Jessica Beltrán, momentos antes de comenzar el segundo partido de la serie. Temprano en el día, Carlos Beltrán fue atendido en tres ocasiones por un médico.
La estrella boricua de San Luis tuvo que salir del partido del miércoles en la noche, después de solo dos entradas, debido al golpe que sufrió en su costilla derecha al chocar con la verja del jardín derecho del Fenway Park, al robarle un jonrón con las bases llenas a su amigo David Ortiz, el bateador designado de los Medias de Rojas de Boston.
Por tratarse de un jugador que estuvo 2,109 partidos trabajando para alcanzar la meta de estar en este escenario, nadie duda de que el dolor tuvo que ser intenso. Una vez llegó ayer al parque y se integró a su equipo, "me dijo que pudo batear bien", indicó su esposa, quien fue la única integrante de su familia en presenciar los primeros dos partidos de la serie, en el histórico Fenway Park.
Pero, en los juegos de este fin de semana en San Luis, que empiezan, mañana, sábado, también estarán los padres de Carlos Beltrán, su hermano, cuñados y un compadre.
"Carlos está feliz. Después de 16 años se le he dado esta oportunidad. Está feliz, sobre todo, porque el equipo, incluyendo el dueño y el gerente general, recuerda en todo momento que quieren ganar este campeonato para él. Vive un momento especial", agregó Jessica Beltrán.
La esposa de la estrella boricua de los Cardenales ha estado en las noticias después de que comentó que observó a su esposo haciendo 'swings' en la madrugada del viernes pasado (poco después de las 4:00 a.m.), 16 horas antes del partido en que San Luis venció a los Dodgers de Los Ángeles.
En ese juego, Beltrán se enfrentó a Clayton Kershaw, considerado el mejor lanzador de las Grandes Ligas, y le bateó de 3-2. Jessica, sin embargo, aclaró que no fue que su marido se levantó a hacer swings con un bate fantasma frente al espejo.
"Estábamos en la cama, pensaba yo que él estaba durmiendo, yo estaba despierta orando porque sé lo importante que es para él esta experiencia. Cuando me viro a mirarlo, lo veo con las manos en posición de agarrar el bate y le pregunto ¿qué tú haces? y me dijo 'estoy practicando el agarre del bate'", dijo.
Si el jardinero derecho...
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