Pueblo V. Ramírez Lebrón, 1989, 123 D.P.R. 391

AutorDra. Ruth E. Ortega Vélez
Páginas118-120
Síntesis: Jurisprudencia Procedimiento Criminal
118
determinación adversa al fiscal en vista preliminar que activa el recurso a
vista preliminar en alzada puede ocurrir de dos maneras: (1) cuando se
determina que no hay causa probable por delito alguno y, (2) cuando se
determina causa probable por un delito menor o inferior al imputado (al que
el fiscal estima cometido). En ambos casos el imputado queda exonerado del
delito imputado en la denuncia original.
La vista preliminar en alzada no es una apelación de la vista preliminar,
sino una nueva vista, separada, distinta e independiente de esta, a la cual el
fiscal puede acudir con la misma u otra prueba. La solicitud de vista
preliminar en alzada debe ser presentada por el fiscal dentro del término de
60 días a partir de la determinación adversa en vista preliminar. Este término
de 60 días, aplicable también a casos en que el imputado está recluido en
prisión, comienza con la determinación adversa en vista preliminar, o a partir
de la efectiva citación del imputado, cuando este no haya podido ser citado
a pesar de la debida diligencia del fiscal, siempre que haya justa causa.
PUEBLO V. RAMÍREZ LEBRÓN,
123 D.P.R. 391, 89 J.T.S. 27 (SENTENCIA)
Doctrina sobre Arresto, Registro y Allanamiento. Agentes del Orden
Público. Registros Sin Intervención del Estado.
Hechos: Reynaldo Ramírez Lebrón, estudiante de la Universidad
Interamericana, dejó un bulto abandonado en la grama; el bulto fue hallado
por un guardia universitario, quien lo entregó a su supervisor. Este lo abrió
y halló picadura de marihuana. Al día siguiente el estudiante reclamó el bulto
y luego firmó un documento en que aceptaba que el bulto y su contenido le
pertenecían. Las autoridades universitarias notificaron a la Policía y el
estudiante fue acusado y convicto por infracción a la Ley de Sustancias
Controladas.
Controversia: Si el registro del “bulto” en cuestión constituyó un registro
ilegal y admisiones sin advertencias.
Decisión del Tribunal Supremo: Confirma la sentencia apelada.
Resuelve que al apelante no le cobijaba expectativa legítima de intimidad
con relación al bulto y que sus admisiones fueron libres y espontáneas, sin
coacción alguna y sin intervención de la policía. En las circunstancias
peculiares expuestas, la normativa contra registros ilegales e irrazonables no
le cobija. Ramírez Lebrón, no poseía expectativa de privacidad con
referencia al bulto, que rutinariamente el guardián universitario encontró de
noche en la grama del campus. Para poder identificar a su dueño, las
autoridades universitarias tuvieron que abrirlo. Al confrontarlo con la
sustancia marihuana, este admitió su propiedad. Su confesión fue espontánea
y voluntaria, sin que mediara coacción. Tampoco se demostró común
concierto o que fuera producto de la intervención de la policía.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR