Puerta a la diversidad en la abogacía
Cuando Lidiana Economoh solicitó al programa de Juris Doctor en inglés de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, lo hizo impulsada, principalmente, por lo asequible que resultaba en comparación con otras instituciones en Estados Unidos.
Hoy, transcurridos tres años de esa decisión y cuando está a punto de obtener su grado académico, la mujer de raíces puertorriqueñas puede decir que el programa realmente ha transformado su vida. “He tenido unas oportunidades que no las hubiera vivido en Estados Unidos. Es bien competitivo, pero es más personalizado”, expresó Economoh, de 26 años.
Destacó el contacto directo que tiene con cada uno de sus profesores, la integración que comparte con sus compañeros y las oportunidades que ha tenido de acceder a procesos judiciales e internados.
“Los profesores están al mismo nivel que en otras instituciones, pero el contacto es más personalizado. Puedo participar en la clase, hablar con ellos, saben si he tenido un día malo o si algo está pasando”, señaló la joven que ya cuenta con una oferta de empleo con el juez federal Gustavo Gelpí, recién juramentado como presidente del Tribunal Federal para el Distrito de Puerto Rico.
Contrario a su previa experiencia académica, Economoh no toma sus clases en un anfiteatro junto a otros 200 jóvenes. Aquí, son 22 estudiantes. Esta es una de las mayores virtudes del programa, sostuvo.
Con la graduación de la primera clase del programa de Juris Doctor en inglés, la Universidad Interamericana de Puerto Rico consolida la misión bajo la cual hace tres años estableció la iniciativa para integrar a la abogacía a estudiantes, no solo con las mejores capacitaciones académicas, sino con una mirada de la profesión desde la solidaridad y la equidad.
“Tres años después, esta es nuestra primera clase graduanda y, a pesar de que nos promocionamos de manera artesanal, el programa ha sido bien recibido”, dijo satisfecho el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana, Julio Fontanet.
Recordó que, cuando asumió la dirección de la Facultad de Derecho, llegó con la meta de hacer cosas distintas. Como férreo defensor del acceso a la justicia y la equidad, tenía claro que debía ampliar las puertas de la abogacía y propiciar que más mujeres, hispanos y afroamericanos se integraran a la práctica. Y así lo hizo.
“Nos pareció obvio que si logramos mantener el crédito a un precio competitivo, en comparación con los Estados Unidos, podía ser atractivo porque la razón...
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