Puerto Rico como líder energético regional

Dentro del contexto actual que vive el sistema energético del país, el título de esta columna puede parecer irónico y contradictorio. Llevo días pensando en cómo titulaba este escrito, y encontré que este era el más apropiado para articular el mensaje que quiero llevarle a los lectores dentro del momento que vive Puerto Rico.Aunque la crisis en todos los órdenes de nuestra vida como pueblo asume dimensiones insospechadas, continúo apegado a la posibilidad de que es solo una etapa transitoria, de la cual saldrán nuevas posibilidades y un país más fortalecido.De hecho, irónicamente en sus orígenes, la antigua Autoridad de Fuentes Fluviales (1941) fue un modelo de innovación cuando el gobierno decidió comprarla al sector privado para masificar la energización de la isla. En pleno proceso de despegue industrial, esa corporación fue punta de lanza del proyecto de desarrollo económico.Fuimos referente de otras economías en vías de desarrollo que miraron nuestro modelo energético, así como a la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) y a nuestro modelo de salud pública, como casos de éxito.Hoy son otros tiempos, y sin lugar a dudas, el futuro de nuestro sistema energético se ha convertido en el tema más importante de la discusión pública. La quiebra del monopolio estatal conocido como la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), y el deterioro sin paralelo en la gobernanza dentro de esta corporación pública, la ha colocado en la mirilla hasta del Congreso de Estados Unidos. Existe un claro consenso en dos cosas: Puerto Rico necesita un sistema energético moderno y confiable, y la privatización es el modelo para asegurar lo primero. Dentro de esta visión a futuro del modelo energético que necesitamos, quiero incorporar un tercer componente aspiracional: la isla pudiera convertirse en una plataforma de innovación, producción y exportación de soluciones energéticas para la región.La reinvención ya comenzóMi hipótesis se fundamenta en varios elementos reales. El primero es el mero simbolismo que dio paso a conceptualizar esta columna. La semana pasada este diario reportaba del desarrollo de un proyecto de autogestión energética en el barrio Brisas del Torito en el municipio de Cayey. Los residentes de esa comunidad desarrollaron una finca solar que puso a caminar el acueducto comunitario del barrio. En los momentos más duros, este pueblo no se rinde y saca lo mejor de sí mismo para enfrentar la adversidad.Ayer, la sección de Negocios destacaba la...

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