A punto de iniciar la deliberación
Por Limarys Suárez Torres
lsuarez1@elnuevodia.com
A partir de la 1:00 p.m., la sala del juez federal José A. Fusté abrirá sus puertas para que el jurado escuche el resumen de la prueba desfilada en los pasados nueve días de juicio en su fondo por parte de la Fiscalía federal, representada por María Domínguez, Marcela Mateo y Bruce Hegyi, y de la defensa de Candelario Santana, a cargo de David Ruhnke y Francisco Rebollo.
Asimismo, el jurado escuchará los argumentos de la defensa de David Oquendo Rivas, coacusado junto a Candelario Santana por presuntamente ser uno de los gatilleros que dispararon el 17 de octubre de 2009 en el negocio La Tómbola en donde fallecieron ocho personas y un feto de ocho meses de gestación que recibió un balazo estando en el vientre de su madre.
De resultar culpable Oquendo Rivas, su caso culminaría y sería sentenciado de forma mandatoria a cadena perpetua.
Sin embargo, si el jurado decide que Candelario Santana es culpable, entonces comenzaría la segunda etapa del juicio de pena de muerte donde la Fiscalía federal presentaría nueva evidencia sobre los agravantes que favorecen una condena de muerte. Ala defensa le correspondería entonces presentar mitigantes que inclinen la balanza del jurado hacia una condena de vida en prisión.
Ayer, la Fiscalía federal presentó a nueve testigos de refutación con el fin de derrumbar una coartada presentada por la defensa de Oquendo Rivas que aseguró que el acusado no pudo haber participado de la Masacre de La Tómbola porque al momento de los hechos se encontraba en compañía de su pareja consensual, Johanna López Urquía.
Según el testimonio del martes de López Urquía, Oquendo Rivas llegó a su casa en la urbanización Las Gaviotas en Toa Baja entre las 9:00 p.m. y 9:20 p.m. el 17 de octubre de 2009, día de la Masacre en La Tómbola, y no salió de la propiedad hasta el otro día.
Específicamente, López Urquía relató que la noche de dicha masacre, registrada entre las 11:45 p.m. y 11:50 p.m., Oquendo Rivas estaba con ella en su casa; y su madre, Ángela Urquía, y su hermana Clayibinet López Urquía, también declararon que ellas lo vieron en la propiedad cerca de la hora del crimen.
La pareja consensual del acusado aseguró que esa noche de la masacre los vecinos de enfrente y del lado de su hogar salieron tras escuchar la balacera que se suscitó en La Tómbola, y aseguró que cuando ella salió de la casa con Oquendo Rivas y su bebé los vecinos y el guardia de seguridad los vieron en el...
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