PURO PODER

l 15 de junio de 2008, Carlos Delgado conectó un lanzamiento del abridor de los Vigilantes de Texas, Kevin Millwood, y llevó la bola por encima de la verja entre el jardín derecho y central.

Era la cuarta entrada y no había nadie en base. Para la mayoría de los fanáticos en el antiguo Shea Stadium de Nueva York, ese batazo no significó mucho, más allá de haber empatado un partido de interliga que, eventualmente, perderían los Mets ante la novena tejana.

Pero no para los puertorriqueños.

Esa calurosa tarde de verano en la urbe neoyorquina, Carlos Delgado sumó el vuelacerca número 436 en las Grandes Ligas y así superó a otro ídolo del patio, Juan “Igor” González, para convertirse en el máximo jonronero boricua en la historia de las Mayores.

En ese momento Delgado parecía encaminado a convertirse en el único pelotero nacido en esta Isla en alcanzar la mítica cifra de 500 cuadrangulares, pero las lesiones se lo impidieron. A pesar de ello, por su prolífica trayectoria como pelotero y su encomiable labor humanitaria fuera del diamante, es sin duda una de las principales figuras puertorriqueñas en pisar los estadios de béisbol de las Mayores.

“En el caso de Delgado, solo dos inicialistas en el Salón de la Fama tienen mejor ‘ratio’ (proporción) de jonrones por turnos al bate: Harmon Killebrew (14.22) y Jimmie Foxx (15.23), seguidos de Delgado (15.40). Para que tengas una idea, Lou Gehrig sacaba una bola cada 16 turnos”, expresó el historiador y cronista de béisbol, Jorge Colón Delgado.

“Me siento muy honrado de ser considerado de esa forma”, expresó el pelotero natural de Aguadilla. “Este es un país con una tradición beisbolística muy grande y muy exigente con los peloteros. En Puerto Rico han nacido grandes estrellas y que me mencionen entre ellos es un verdadero privilegio”.

Delgado nació y se crió en la Urbanización El Prado, en Aguadilla. Es el segundo de cuatro hermanos, hijo de Carlos “Cao” Delgado y Carmen Hernández. Su papá es una figura reconocida ligada al deporte aguadillano por haber sido dirigente y apoderado en el béisbol aficionado, así como un líder recreativo.

Siendo un adolescente, los Azulejos de Toronto firmaron a Delgado como agente libre en 1988 y cinco años más tarde, en 1993, ya vestía el uniforme del equipo. Delgado fue uno de los últimos jugadores puertorriqueños en firmar contrato como agente libre con una organización de las Mayores antes de que fuese obligatorio ingresar al draft de jugadores de nuevo ingreso.

En las...

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