Pymes invierten para no quedarse a oscuras

Cada vez más techos de pequeñas y medianas empresas exhiben paneles que convierten la luz del sol en electricidad, ya sea para ahorrar en la factura de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) o para evitar el cese de operaciones luego de un desastre natural.

De acuerdo con miembros de la industria de energía renovable, los sistemas fotovoltaicos han sido adoptados por todo tipo de negocios, desde oficinas de servicios profesionales (como médicos, abogados e ingenieros) hasta colmados, supermercados y farmacias.

“La demanda ha aumentado porque ya la gente no quiere volver a pasar lo que pasó después del huracán María. Si pasas seis o siete meses sin luz, no puedes depender de generador”, sostuvo José Guzmán Jiménez, presidente de la Asociación de Contratistas y Consultores de Energía Renovable de Puerto Rico (Aconer), cuyos 175 miembros atienden el 90% de las instalaciones de estos equipos a residencias y pymes en la isla.

“A nivel de los vendedores sé que sus ventas se han multiplicado por ocho en comparación con lo que hacían antes del huracán”, ilustró Guzmán.

Para los negocios que desean aprovechar la luz del sol hay varias alternativas. Antes del ciclón, los más solicitados eran los sistemas que solo conllevaban la instalación de placas solares e inversores, en conjunto con el servicio de la AEE, para conseguir ahorros en la factura de luz.

Como estos sistemas se desconectan automáticamente cuando el negocio queda sin servicio de la AEE para autoprotegerse y evitar energizar las líneas, ha aumentado la demanda de opciones que integran baterías que almacenan energía que puede ser utilizada cuando se vaya la luz, apuntó José García Pérez, presidente y principal oficial ejecutivo de la empresa de energía renovable Solaora.

Ese fue el caso de la empresa F&R Construction Group, con sede en San Juan, que en 2015 invirtió $200,000 en un sistema de placas solares e inversores que producen un 25% de la electricidad necesaria para operar. Según Manuel Fullana Morales, socio de la firma de construcción, el ahorro en la factura de luz fluctúa entre $2,000 y $3,000 mensuales, por lo que “la inversión se repaga en cinco o siete años”.

Hace mes y medio, por $14,000 agregó al sistema un banco de baterías de 52 kilovatios para mantener energizado el servidor y el acondicionador de aire del cuarto donde se encuentra. Esto, luego de que durante los meses sin servicio de la AEE tras el paso del ciclón, la firma gastó una cantidad considerable de dinero en...

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