Queda mucho por hacer

por José A. Delgado

jdelgado@elnuevodia.com

Nota del editor: Segunda y última parte de una serie sobre la reforma de la que fue objeto la Policía de Los Ángeles tras un proceso similar al que enfrenta la de Puerto Rico tras el informe federal de septiembre.

Pero advierten que el trabajo no se ha completado, y todavía se encuentran huellas de los graves problemas que hicieron crisis hace más de una década.

"No creemos que el problema de la detención por prejuicio racial se haya atendido adecuadamente", indicó Peter Bibring, abogado de la oficina de Los Ángeles de la American Civil Liberties Union (ACLU).

Como en el caso de Puerto Rico, la ACLU tuvo un papel relevante en el proceso de denunciar ante la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia federal las violaciones de derechos civiles y casos de brutalidad policial cometidos por agentes de LAPD.

En julio de 2009, cuando un juez federal dio por terminado el "decreto de consentimiento" suscrito en 2001, la ACLU mantuvo que LAPD no estaba lista para volver a controlar el funcionamiento de su fuerza policial. Para entonces, un informe emitido ese mismo año por la Escuela de Administración Pública de la Universidad de Harvard reafirmaba que los latinos y los afroamericanos eran aún el objetivo principal de los policías de LAPD, indicó Bibring, en una entrevista en sus oficinas.

Pese a que el porcentaje de satisfacción con LAPD alcanzó el 83%, el mismo estudio de la Universidad de Harvard reveló que aún el 25% de los afroamericanos considera que "casi nunca" los agentes tratan justamente a todos los grupos étnicos raciales. "Eso demuestra que tienen trabajo por realizar", agregó el portavoz de la ACLU en Los Ángeles.

La corrupción de la división antipandillas Rampart, que hizo inevitable la intervención del Departamento de Justicia federal y sirvió como el detonante final en contra de LAPD, es considerada como un "caso aislado" por la alta oficialidad de la Policía.

"Nosotros la descubrimos", dijo Sandy Jo MacArthur, jefa adjunta de LAPD.

Pero el abogado Samuel Paz, quien desde la década de 1990 ha llevado prominentes casos por violaciones de derechos civiles, considera que la jefatura policial minimiza la realidad cuando alega que la corrupción era un problema aislado.

"El escándalo de la División Rampart fue el más obvio, pero la corrupción era bastante común en LAPD", indicó Paz, uno de los abogados latinos más prominentes de la ciudad.

Para Bibring, la corrupción del caso...

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