Poco quedó en Breezy Point

por José A. Delgado

jdelgado@elnuevodia.com

Dos días después de que la tormenta barriera sin piedad esa cooperativa playera, muchos de los residentes retornaban ayer por primera vez a ver qué quedaba de su propiedad o en busca de recuerdos personales.

"No quedó nada de la mía. Solo la terraza", dijo a El Nuevo Día Helen Graham, quien hace 20 años tenía su casa de verano en esa comunidad.

El humo todavía salía de algunas de las viviendas devastadas por el fuego, que comenzó en una casa de un extremo del vecindario, pero rápidamente se propagó y saltó de casa en casa alimentado por los fuertes vientos.

Se considera uno de los peores incendios en más de un siglo en Nueva York, con por lo menos 110 casas destruidas y otras 20 dañadas.

Los juguetes plásticos de los niños eran algunas de las pocas cosas que quedaron de una residencia, totalmente destruida.

En otras residencias de Breezy Point solo quedaba la fachada, sin nada en su interior.

"Ahí estaba mi casa", comentó un hombre, junto a su pequeño, señalando al área en que estaban las casas destruidas por el fuego. Al darse cuenta de que conversaba con un periodista, dijo lo que expresaban varios residentes: "No quiero hablar con la prensa".

En otras áreas de Breezy Point solo quedaba la estructura.

Postes del téndido eléctrico cayeron sobre los automóviles. Las aceras de concreto fueron convertidas en un acordeón a causa del poder de la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR