'Hubiese querido protegerla'

Por José A. Delgado

jdelgado@elnuevodia.com

STATEN ISLAND (Nueva York) - "Era la mejor madre. Hubiese querido estar allí para protegerla".

Con sus palabras, Silas, de 9 años, el hijo menor de Saraí Sierra, expresó lo mucho que extraña a su madre y resumió por qué el asesinato en Turquía de esa joven mujer de origen boricua ha conmocionado a tantas personas.

Silas subió a la tarima de la Iglesia Pentecostal Cristiana de Staten Island junto a su padre, Steven Sierra, y habló con soltura ante cientos de personas que abarrotaron ayer la jornada nocturna del velatorio de Saraí Sierra. Hoy, Saraí, de 33 años, será sepultada.

Con el dolor agravado por las aún misteriosas circunstancias de su muerte, los familiares y amigos de Saraí Sierra se reunieron en la misma iglesia en que se casó y su marido le propuso matrimonio hace 15 años.

"La voy a extrañar muchísimo", dijo su madre, la aguadillana Betzaida Jiménez, quien reiteró, sollozando, que solo su fe cristiana le ayuda a calmar la tristeza que tiene desde el 2 de febrero, cuando se encontró el cadáver de su hija en unas ruinas de Estambul.

En dos pantallas gigantes dentro de la iglesia se proyectaron fotos de Saraí, desde que era una niña en los brazos de su padre, Dennis Jiménez, hasta muy recientemente.

Sobre el ataúd cerrado había una foto de Saraí, con traje largo, y una placa en la que fue inscrita su nombre y la fecha de su muerte, que para su familia fue el 21 de enero pasado, el último día en que se supo de ella.

Tres semanas después de su desaparición y muerte, sus hijos Sion y Silas, de 11 y 9 años, respectivamente; su marido; sus padres, sus hermanos Christina y David, en primera fila, se enfrentaban a la realidad de que llega el momento de darle el último adiós.

Steven cerró los mensajes de la noche con un recuento de cómo conoció a Saraí en esa misma iglesia y lo feliz que lo hacía a él y a sus hijos. "A ninguna persona he querido más", sostuvo.

"He celebrado más de 400 funerales y este es el más duro", dijo por su parte el pastor de la iglesia, John Rocco Carlo, quien casó a los Sierra hace más de 14 años.

Por la iglesia desfilaron compañeros de trabajo de Steven, un chófer de autobús del sistema metropolitano de Nueva York; de Saraí, quien era oficinista de un quiropráctico de esta localidad y estudiante universitaria a tiempo parcial; de su madre, Betzaida, empleada de un hospital; familiares y muchos amigos.

"Saraí fue un regalo de Dios", indicó Sara Veléz, su madrina.

Por tres...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR