Realidad entre fantasía
Por Juanma Fernández-París
Especial El Nuevo Día
A principio de los noventa, después de varios programas de televisión que fueron cancelados, Stiller encontró viabilidad profesional detrás de las cámaras. Reality Bites comprobó que en cine, su sensibilidad cómica podía ser mucho más comercial que en la pantalla chica. Pero claro está, lo que ahora puede ser apreciado como una gran despliegue de humor negro, en el 1994 fue visto como el primer fracaso taquillero de la carrera de Jim Carrey. The Cable Guy es el filme que empujó a Stiller a buscar trabajo frente a la cámara y el resto es historia.
Aunque Tropic Thunder capturó la sensibilidad cómica descabellada que caracterizan las comedias que protagoniza, el filme sigue siendo mil veces más sólido que las franquicias que ha desarrollado en Meet the Parents y Night at The Museum. Lo mismo se puede decir de The Secret Life of Walter Mitty, un estreno navideño que retiene la integridad de Stiller como cineasta con una sensibilidad mucho más comercial, y a la misma vez, un poco más madura.
Durante la rueda de prensa de la película, Stiller charló con El Nuevo Día sobre los retos de su nuevo filme y por qué su carrera como director de cine ha tardado tanto en desarrollarse.
La jornada asombrosa de tu personaje es la esencia de este filme. ¿Qué fue lo que te llevó a escoger esta producción?. ¿El personaje o la oportunidad de dirigir la película?
Ambas cosas. Me ofrecieron el guión como actor. Lo leí inmediatamente y conecté con el material tanto como intérprete y como director. Así que el atractivo para mí fueron las muchas posibilidades artísticas que ofrecía esta historia y su tema principal. Me pareció que el guionista logró capturar algo importante, considerando que ya existía una adaptación del cuento que se estrenó en 1947. Sentí que ésta versión tenía una sensibilidad bien moderna y que no trató de recrear lo que se hizo en ese otro filme. Eso fue bien importante. Se creó una trama nueva para este soñador irónico que es lo que Walter Mitty siempre ha representado. Así que me entusiasmó mucho la idea de proteger eso como director y como actor.
En otros filmes has tenido la oportunidad de hacer trabajo dramático, pero dentro de los que has dirigido éste es uno de los personajes más aferrados a la realidad que has interpretado. ¿Cuan grande fue el reto de dirigirte a tí mismo?
Fue bastante grande y en realidad no importa la naturaleza del personaje porque yo nunca me he sentido complicado...
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