Rebasa los límites
Por Juanma Fernández-París
Especial El Nuevo Día
Es una anomalía que una serie de filmes comerciales de Hollywood vaya mejorando mientras van aumentando los números que acompañan su título, pero eso es lo que ha ocurrido con estas películas. Si Fast 5 fue una versión de Ocean's Eleven sobrecargada de acción y testosterona, la sexta parte retiene esa fórmula y le da una sobredosis de esteroides para asegurarse que pueda ser coronada fácilmente como la mejor de la serie.
Considerando que el primer filme era una copia de Point Break con carros, la evolución de estos filmes desafía tanto las expectativas como los prejuicios que se pueda haber sobre una oferta de acción comercial en la pantalla grande.
La fuente principal de diversión y entretenimiento de este filme es ver cómo el director Justin Lin -que ha estado a cargo de los filmes desde que la franquicia se mudó a Tokio en la tercera parte- y su equipo de producción crean el tipo de acción visceral que desafía por completo los límites de la realidad. La escena de Moonraker en la que James Bond brinca de un avión sin paracaídas y sobrevive podría ser parte de un documental en comparación con la cantidad de "embustes de película" que tiene esta cinta.
Si eres el tipo de espectador que cuenta con un cerebro poderoso que no le permite desconectarse de la realidad, la adrenalina y los placeres básicos de este entretenimiento escapista no son para ti. Si por el contrario, eres uno de esos fanáticos que está convencido de que no hay forma que puedan superar la acción de Fast 5, prepárate para ver cómo te equivocas. A pesar de que los últimos minutos dejan claro que una séptima parte es inevitable, todas las secuencias de acción de Fast y Furious 6 han sido dirigidas y producidas como si esta fuera a ser la última película de acción que se va producir en Hollywood.
El evento dramático que justifica que Dom (Vin Diesel), Brian (Paul Walker) y el resto de su ganga se reunan para realizar una misión que vuelve a requerir de muchos carros veloces es el regreso de Letty Ortiz (Michelle Rodríguez). Aunque en el cuarto filme todo parecía indicar que la novia del protagonista había sido asesinada cuando ayudó a Brian a infiltrarse en una agrupación de criminales, en este filme el agente federal Hobbs (The Rock) tiene evidencia de que ella está viva y trabajando para uno de los criminales (Luke Evans) más peligrosos de Londres. Si Dom y su equipo lo ayudan a detener a esta amenaza a la seguridad...
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