La rebeldía Del accidente

Por Tatiana Pérez Rivera tperez@elnuevodia.com

La libertad del accidente. Pensé en este título cuando vi las piezas que integran la muestra Croatia, del artista mexicano Bosco Sodi y leí sobre su técnica de trabajo. Pero la posterior conversación con el artista destronó el encabezado.

La historia fue por otro lado. Más que la belleza pura que resulta de esos accidentes que embrujan el proceso creativo de los pintores cuando trabajan en el lienzo, la cualidad irrepetible que resulta de esa acción dominó la conversación. Son caprichosas esas obras.

Le cuento. Hace dos años, días antes de una Navidad, Sodi culminó un cuadro en su estudio neoyorquino. Pintar para él significa nada de bocetos previos y mucho de mezclar pigmentos con materiales orgánicos como aserrín, fibras naturales, pedazos de maderas, entre otros, logrando trabajos que cruzan términos como pintura y escultura.

A grandes rasgos, él lanza al lienzo en algodón todos los componentes naturales y ellos deciden libremente en qué convertirse, cómo lucir y hacia dónde dirigirse. Si la imagen que resulta complace sus requisitos estéticos sobrevive. Si no, ya usted imagina.

Aquel cuadro no le gustó para nada así que estaba próximo al zafacón. "Todavía estaba húmedo y mis asistentes me dijeron, 'vamos a dejarlo así, vámonos que es Navidad' ", recuerda el pintor, famoso por sus piezas monocromáticas, quien señala el desequilibrio como uno de los resultados negativos.

Sodi viajó a México y estuvo un mes de vacaciones. Cuando retornó al taller, el lienzo "se había craqueado y quedó precioso". "Trabajo tres o cuatro cuadros a la vez, me gusta meterme al cuadro y salirme cuando empieza a secarse. Ahí respeto el proceso orgánico que sucede. Ya tienes una idea de qué tanto influye el proceso que no controlo yo", cuenta.

"El chiste es que miras el cuadro y puedes sentir la intervención del ser humano; trato de que los cuadros asimilen lo más posible a la naturaleza. La imperfección es lo bello, lo predecible no lo es", señala el artista, quien visita la Isla con motivo de su exposición que se exhibirá desde el domingo 2 de diciembre en el Museo de Arte de Ponce, aunque no es un nombre extraño entre los coleccionistas locales.

Leyó dos datos que le interesaron: la filosofía china Wabi Sabi, que postula cómo la imperfección hace únicas las cosas y que el pintor Braque integraba aserrín en sus obras para brindarle volumen al óleo. "Empecé a investigar esa mezcla con el pigmento y las primeras...

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