Rechazo de ambas familias a la pena capital

Por Ricardo Cortés Chico

rcortes@elnuevodia.com

Georgina Morales, madre de Madelin Semidey Morales, una confidente de la Administración Federal Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) asesinada en el 2005, solo acepta esa sentencia como una realidad del proceso, pero no como un castigo efectivo o justo.

Naamán Burgos, hermano y abogado del acusado Edison Burgos Montes, indicó que su familia, por su parte, no contempla la pena de muerte como una posibilidad real, pese a que el caso fue certificado para que se aplique esta sentencia.

"Yo me opongo completamente", dijo el togado. "Aún en los casos que el acusado sea el culpable, no se puede castigar de la misma forma", destacó.

Burgos dice confiar en la alegación de inocencia de su hermano y tiene dudas de que la confidente haya fallecido, ya que su cuerpo nunca fue hallado.

La madre de Semidey Morales, sin embargo, no tiene duda. A ella solo le queda el dolor de la pérdida de su hija, aunque ya han pasado siete años de los hechos.

Morales indicó que confía en la investigación de las autoridades federales que señala al sujeto como el asesino. Ella, por principio, no afirma que Burgos Montes sea el culpable. "Yo no lo puedo decir, porque no estaba allí", dijo.

"Yo lo único que quiero es justicia y que descanse en paz. Ella no se merecía eso... Yo no creo en la pena de muerte, pero acepto la decisión que tomó la fiscalía. Que sea el propio sistema el que ponga el castigo", dijo Morales.

Para el hermano del acusado, el problema es que...

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