Reclamo de venganza

Por Juanma Fernández-París

Especial El Nuevo Día

Claro está, ingenio es un poco de exageración de mi parte, dado que eventualmente la película culmina con Liam Neeson utilizando las famosas destrezas de Brian Mills y eliminando de forma violenta y gráfica a todos los criminales de Estambul que decidieron meterse con su familia.

Antes de que esto suceda, la cinta, que estrena hoy en Puerto Rico, arranca dos años después de los eventos de la primera parte. El por poco haber perdido a su hija ha convertido a Brian (Neeson) en un padre aún más sobreprotector, tratándola como una preadolescente en todo lo referente a novios y a la forma correcta de aprender a conducir un carro.

La presencia constante de Brian en la vida de Kim (Maggie Grace) ha reanudado tensiones en la relación romántica con su exesposa (Famke Jannsen), quien está lidiando con el final de su segundo matrimonio.

Para escapar de todas estas presiones, la familia decide escaparse para unas vacaciones sin saber que los padres y familiares de todos los hombres que Mills eliminó en la primera película han estado esperando este momento para reclamar su venganza.

Considerando que los filmes de "Taken" se han convertido en un vehículo de estrella para Neeson, resulta interesante que durante el segundo acto de la cinta sea la hija la que tiene que arriesgar su vida para poder rescatar a sus dos padres que han sido secuestrados. Con este minúsculo viraje, la secuela evita...

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