Recompensan sus esfuerzos

Josué Montañés Crespo recibió una carta hace unos días que lo hizo llorar, y ayer, al recordarla, estalló en llanto de nuevo.Hace casi dos años, el huracán María azotó con toda su fuerza su hogar en San Lorenzo, y su familia permaneció sin servicio de energía eléctrica durante siete meses.Pero, contra viento y marea, el joven de 24 años continuó sus estudios en Microbiología y Biología en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), donde comparte estudios y hospedaje con sus dos hermanos.Josué y sus hermanos Joel y Coralys fueron tres de los 214 recipientes de una beca del Hispanic Federation Puerto Rico Recovery and Relief Fund, creado por la Hispanic Federation, que administra la Fundación Comunitaria de Puerto Rico. El fondo fue establecido a finales de 2017 para permitir que los damnificados del huracán pudieran continuar sus estudios.Cuando esta semana Josué recibió una carta del RUM que le notificaba que había sido admitido al programa de maestría en Bioingeniería, no pudo contener la amalgama de sentimientos que le invadieron al reconocer que, a pesar de las vicisitudes que experimentó, su esfuerzo por proseguir sus estudios no fue en vano."El que persevera siempre lucha. Me aceptaron (en la maestría), y estoy feliz. Sé que lo voy a lograr. ¡Voy a mí!", dijo ayer visiblemente emocionado.Frankie Miranda, vicepresidente ejecutivo de Hispanic Federation, organización sin fines de lucro dedicada a dar apoyo a familias hispanas y a organizaciones latinas, resaltó los desafíos que enfrentaron muchos estudiantes tras el ciclón."(Dijimos) tenemos que incentivarlos", apuntó.Ayer, la sede de la Fundación Comunitaria, en Santurce, recibió a varios de los estudiantes becados, algunos de los cuales ofrecieron emotivos testimonios de superación.Marangelie Alvarado Pagán fue una de ellas, y contó algunos de los retos que vivió luego que el potente huracán destruyera su vivienda en Orocovis."Me tocó hacer préstamos estudiantiles en lo que llegaba ayuda federal para subsistir", recordó.Durante varios meses, Alvarado Pagán y su familia vivieron incomunicados, sin señal de teléfono, servicio de agua potable o energía eléctrica y, en ocasiones, hasta sin gasolina."Fui a hablar con la directora del...

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